“Santos se diseñó intencionalmente para ayudar a las personas a cerrar la brecha que deben atravesar, de una fe ingenua a una fe bien fundamentada.”
En 1993, Steven C. Harper, un joven casado que estudiaba en Nauvoo, Illinois, se despertó en la cama de un hospital sin recordar quién era, dónde estaba o cómo llegó ahí,
Los doctores le hicieron muchas preguntas para saber cuál era su nombre y si podía identificar de dónde venía.
“Eso me pasó,” Harper recordó durante la presentación de la Semana de Educación de BYU. “En 1993, me encontraba en un viaje semestral de estudios con mi esposa, Jennifer, en Nauvoo, y desperté en el hospital de la Universidad de Iowa. No sabía quién era yo, quién era ella, o que estábamos esperando un bebé.”
Tuvo una infección en el tejido de su cerebro y nadie sabía si alguna vez podría recordar quién era.
“Afortunadamente, recobré la memoria,” dijo Harper.
Desde ese entonces, el historiador de La Iglesia ha pensado mucho en la memoria.
“Una persona que no tiene memoria o historia no sabe quién es, de dónde proviene ni a dónde va,” dijo Harper. “Una persona que no tiene memoria o historia no sabe cómo se relaciona con Dios.”
Harper, que es uno de los autores de la nueva historia de La Iglesia, Santos, relacionó su experiencia con los miembros de La Iglesia que conocen su pasado y compartió seis razones por las que los Santos de los Últimos Días necesitan leer Santos.
- “No somos Santos de los Últimos Días si no recordamos qué nos convierte en Santos de los Últimos Días.”
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Existe un vínculo entre saber “quiénes somos” y “de quién somos,” dijo.
Las personas que no tienen memoria, no saben quiénes son ni de dónde provienen. Sin ese entendimiento, el conocimiento del gran plan de salvación se encuentra incompleto.
- “Las historias antiguas no nos ayudan a recordar nuestra historia.”
Las historias antiguas de La Iglesia son realmente buenas por lo que son y cuándo se redactaron, dijo Harper.
Esta nueva historia se dirige a los miembros de La Iglesia de la actualidad, para ayudarlos con sus problemas del presente.
“Una manera de pensar en “Santos” es como una memoria colectiva de todos los Santos de los Últimos Días, el conocimiento que compartimos o compartiremos que nos convierte en uno y nos brinda nuestra existencia como grupo,” dijo.
Lo llamó un “matrimonio feliz entre la historia exacta y la narración.”
- “Nuestra historia nos enseña quiénes somos y de quién somos. Nos muestra cómo encajamos en el plan de Dios para nuestra salvación y felicidad.”
La narración de cuatro volúmenes, cuenta la historia de La Iglesia a través de los relatos de sus miembros. En lugar de una extensa historia sobre La Iglesia institucional, la narración guía a los lectores por medio de las vidas de los Santos.
“Desde el inicio hubo una visión inspirada para este proyecto,” dijo Harper. “Sería inclusivo, creativo, transparente, poderoso, sagrado, exacto, edificante, fortalecedor y bueno en todo sentido.”
- Para corregir dos ideas falsas: Dios solo realizó su obra a través de personas muy justas en el pasado, y si José Smith, Brigham Young y demás fueron imperfectos, Dios no pudo haber obrado por medio de ellos.
“Los personajes, comenzando con José Smith y su familia eran imperfectos porque el hombre natural es enemigo de Dios,” dijo Harper. “Esta historia no se trata de personas perfectas, se trata de personas caídas que intentan convertirse en santos por medio de la expiación del Salvador al hacer y guardar convenios.”
Si bien la historia no puede incluir a cada miembro de La Iglesia en la narración, es un ejemplo de historias cautivadoras y sagradas que se asemejan a nuestra propia misión de llegar a ser santos.
“La historia depende de las elecciones que hacen los personajes, sus elecciones crean el drama y el suspenso que es inherente a la historia, y a grandes narraciones,” dijo Harper. “La historia es global y universal. Se trata de las personas de todas partes, a través del tiempo y el espacio.”
- Santos enseña al lector a interpretar los hechos de la historia con fe, esperanza y caridad.
Al observar las experiencias imperfectas de los personajes en Santos, los lectores pueden darse cuenta de cómo sus antepasados – a pesar de la oposición o incluso, una mala decisión – todavía fueron amados por el Señor y pudieron recurrir a la Expiación de Jesucristo para cambiar.
- Santos ayuda a los lectores a atravesar de forma segura la brecha entre la fe ingenua, y la fe madura y bien fundamentada
“Comenzamos con un tipo de fe ingenua, una fe como la de los niños, en un mundo ideal donde los profetas, los pioneros y los padres son perfectos,” dijo Harper.
No obstante, la fe ingenua no resistirá los rigores y las opresiones del mundo real si los Santos de los Últimos Días no maduran en su fe.
“Algunas personas eligen llenar la brecha entre la fe ingenua y la fe madura con el cinismo,” dijo Harper. “En la brecha, descubrimos que algunas de nuestras suposiciones inocentes no son verdad. Nos topamos con hechos de la historia que nos hacen reconsiderar las suposiciones de nuestra fe ingenua. En la brecha, tenemos que tomar decisiones: ¿Todavía creo en lo que creo?”
Algunas personas deciden, explicó Harper, que debido a que los hechos no son lo que asumieron que debían ser, no pueden creer más.
“Sin embargo, como yo y muchas personas hemos experimentado personalmente, podemos madurar del cinismo pasado a la fe bien fundamentada,” dijo. “Podemos lograrlo atravesando la brecha de forma segura. “Santos” se diseñó intencionalmente para ayudar a las personas a cerrar la brecha que deben atravesar, de una fe ingenua a una fe bien fundamentada.”
Con un entendimiento de que las personas y La Iglesia “no son perfectas – en absoluto,” Santos ayuda a los lectores a entender que La Iglesia es un gran hospital que perfecciona a los santos.
Artículo originalmente escrito por Marianne Holman Prescott y publicado en ldschurchnews.com con el título “6 reasons why Church members today should read ‘Saints.’”