La siguiente oración fue escrita por el presidente Russell M. Nelson y leída por el élder Ulisses Soares, del Quórum de los Doce Apóstoles, para dedicar el Templo de Arequipa, Perú, el domingo 15 de diciembre de 2019.
“Nuestro querido Padre Celestial, Tú, gran Dios Elohim, con corazones agradecidos, nos presentamos ante Ti en este día de dedicación del Templo de Arequipa, Perú.
Expresamos nuestro profundo amor y gratitud por el regalo de Tu santo Hijo, incluso el Señor Jesucristo, quien ha hecho de la inmortalidad una realidad y la exaltación una posibilidad para toda la humanidad. Él es nuestro Salvador, nuestro Redentor, y la fuente de nuestra esperanza y felicidad aquí y en el más allá.
Te agradecemos por la realización de este templo sagrado, con su belleza y majestad. Agradecemos a todos los que han participado en la construcción de esta casa sagrada. Por favor, bendícelos a ellos y a sus familias.
Te agradecemos que este templo permitirá que se lleven a cabo ordenanzas y convenios sagrados en esta importante parte del mundo. Esas ordenanzas y convenios tienen un significado eterno.
Estamos agradecidos por la restauración del evangelio, incluida la restauración de la autoridad del sacerdocio. Por esa autoridad, una esposa puede ser sellada a su esposo, los hijos pueden ser sellados a sus padres y los antepasados pueden ser liberados de sus prisiones espirituales. Se pueden realizar ritos sagrados en este templo que son válidos en reinos eternos.
Te agradecemos por la vida y el ministerio del profeta José Smith, a través del cual el evangelio de Jesucristo ha sido restaurado, la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Ese evangelio nos da un conocimiento de Tu gran plan de felicidad que has ordenado para Tus hijos que eligen ser fieles a los convenios hechos aquí.
Estamos agradecidos por los fieles pagadores de diezmos que han consagrado sus medios para la construcción de Tu reino aquí en la tierra. ¿Continuarás bendiciéndolos de acuerdo a sus necesidades y tu voluntad por ellos?
Estamos agradecidos por los primeros miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Perú, por su trabajo pionero y valentía. Oramos para que muchos más puedan conocer a su Redentor y su santa obra.
Te agradecemos por los líderes del gobierno que han brindado apoyo, asistencia y permiso para construir este templo. Bendícelos, a sus familias y a los ciudadanos de esta gran nación, con una continua libertad de religión y sensibilidad espiritual.
Amado Padre, en el sagrado nombre de Tu Hijo, Jesucristo, y actuando bajo la autoridad de Tu santo sacerdocio, ahora dedicamos y consagramos este Templo de Arequipa Perú de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Dedicamos esta casa a Ti y a Tu Hijo, Jesucristo, y oramos para que la aceptes como nuestra ofrenda sagrada.
Dedicamos todas las características de este hermoso edificio para tus santos propósitos. Dedicamos esta estructura desde su fundación hasta su aguja. Dedicamos cada habitación para su propósito, incluyendo el bautismo, las salas de investidura, las salas de sellamiento y el salón celestial. Dedicamos las áreas administrativas y todas las funciones de apoyo.
Dedicamos el terreno en el que se encuentra este templo y su paisajísmo, para que pueda ser un refugio espiritual del mundo. Dedicamos los edificios auxiliares para que puedan realizar sus funciones adecuadas.
Por favor bendice y protege a quienes ingresen a estos recintos. Que sientan Tu paz y amor aquí. Que sus pensamientos y sentimientos sean elevados a Ti y a Tu Hijo con santa reverencia por Tus propósitos eternos. Proteja estos motivos de cualquier persona que pueda venir con malas intenciones de cualquier tipo. Proteja el templo y sus alrededores del daño debido a los elementos o desastres naturales.
Bendice a la presidencia del templo y a la directora de las obreras y sus consejeras, trabajadores, obreros y todos los que entren en esta casa sagrada, con una efusión de Tu espíritu santo. Bendice a todos los que trabajan y sirven en este documento para que sean dignos en todos los sentidos de participar en este sagrado trabajo.
Por favor, bendice a nuestros jóvenes que sus testimonios se fortalecerán a medida que sientan el testimonio confirmador de la divinidad de su santa obra. Ayúdalos a amar al Salvador con todo su corazón y a permanecer en el camino del convenio que los llevará de regreso a su santa presencia.
Ahora hacemos convenio contigo, oh Dios Padre Eterno, de que consagraremos nuevamente nuestra devoción a Ti, mientras dedicamos este hermoso Templo de Arequipa Perú, en el nombre de Jesucristo. Amén.”
Fuente: The Church News