Para los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Navidad tiene un significado muy especial. Aunque están lejos de sus seres queridos, se enfocan en el propósito que los llevó a dejar sus hogares: compartir el mensaje de Jesucristo y Su amor incondicional. Este es un vistazo a cómo viven esta época especial.
Dedicados a servir a los demás
En lugar de centrarse en sus propias necesidades, los misioneros dedican su Navidad al servicio. Pasan sus días visitando a familias, llevando alegría a quienes se sienten solos y encontrando maneras de ayudar a su comunidad. Siguen el ejemplo de Cristo, quien enseñó:
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).
Este servicio los ayuda a sentirse conectados con el verdadero espíritu navideño.
Fortalecen su fe y se acercan más a Cristo
Para los misioneros, la Navidad es una oportunidad de acercarse más a Cristo. Pasan tiempo en oración y estudio de las Escrituras, recordando Su nacimiento, vida y sacrificio. Este tiempo les permite renovar su compromiso de seguirle y les da fortaleza para continuar su labor, recordando Su promesa: “Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
Se apoyan en su “familia misionera”
Los misioneros forman fuertes lazos con sus compañeros y otros misioneros en su área. Aunque no están con sus familias de sangre, encuentran apoyo en esta “familia misionera” con quienes comparten metas y valores.
En Navidad, se reúnen para cenar, cantar villancicos y recordar las bendiciones que han experimentado. Estos momentos fortalecen sus lazos y les recuerdan que, aunque están lejos de casa, no están solos.
Mantienen el contacto con su familia
En Navidad, los misioneros tienen la oportunidad especial de hablar con sus familias. Este momento les permite compartir sus experiencias y recibir ánimo de sus seres queridos.
Como enseñó el apóstol Pablo: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros” (Filipenses 1:3). Esta llamada es un recordatorio de que su familia está orgullosa de su sacrificio y les da el amor y la fuerza necesarios para continuar.
Encuentran gozo en compartir el mensaje de Cristo
Para los misioneros, compartir el Evangelio en Navidad es una forma de vivir el espíritu de la época. Llevan el mensaje de paz y esperanza de Cristo a las personas con quienes hablan, ofreciendo consuelo y alegría.
Al igual que los pastores que anunciaron Su nacimiento, ellos llevan la buena nueva de que “ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:11). Este propósito especial les llena de gozo y hace de esta Navidad un tiempo memorable.
Navidad con un propósito especial
A pesar de la distancia, los misioneros descubren que la Navidad en la misión tiene un significado profundo. Aunque no tienen una gran celebración como en casa, encuentran gozo al servir a los demás, fortalecerse en la fe y vivir el verdadero espíritu de la Navidad al acercarse más a Jesucristo.