Este año se cumplen varios aniversarios en la vida del élder Dieter F. Uchtdorf y su esposa, Harriet. Su servicio como Autoridad General de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comenzó hace 30 años.
Hace 20 años fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles. Al igual que apóstoles como Pablo, Pedro, Santiago y Juan administraban la Iglesia y testificaban de Jesucristo en los tiempos del Nuevo Testamento, los apóstoles llenan hoy los más altos cuerpos de gobierno de la Iglesia de Jesucristo restaurada.
El élder Uchtdorf fue sostenido como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles el 2 de octubre de 2004. El 3 de febrero de 2008, fue llamado como segundo consejero de la Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, posición en la que sirvió hasta enero de 2018. Su servicio como Autoridad General comenzó en abril de 1994.
La hermana Harriet Uchtdorf fue bautizada como miembro de la Iglesia hace 70 años. El élder Uchtdorf recibió el bautismo cinco años antes.
‘El Señor es tan bueno con nosotros’
“El Señor es tan bueno con nosotros. Él nos guía en nuestro camino, si lo permitimos”, concluyó el élder Uchtdorf mientras reflexionaba sobre sus viajes a Europa en mayo y junio de 2024, donde animó a los Santos de los Últimos Días en Suiza, Alemania y Chequia a poner su confianza en Jesucristo.
Mientras viajaban juntos por Europa, no eran linternas o titulares que tenían en mente, sino momentos de recordar la gracia de Dios, reunirse con amigos y llegar a aquellos que estaban desanimados o anhelaban orientación.
‘No temas. Confía en el Padre Celestial’
“No teman. Confíen en el Padre Celestial. Él tiene algo para que ustedes hagan”, resumió el élder Uchtdorf el principal mensaje que compartió con los creyentes y amigos en tres países europeos. La mano del Señor se puede ver en las cosas pequeñas, explicó.
Mientras asistía a una conferencia de estaca en Dresde, un coro interpretó el himno “Maestro, se encrespan las aguas”. Al terminar el canto, se produjeron truenos y relámpagos afuera.
Aunque estos fenómenos naturales no hayan sido enviados por Dios en ese mismo momento, el élder Uchtdorf explicó que depende de cada persona cómo dejar que las cosas a su alrededor los impulsen a conectarse con lo divino.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org