Jackson Payne
“Fue difícil”, dijo el misionero retornado Jackson Payne. Fui a una misión sin saber si volvería a hacer gimnasia de nuevo. Era aterrador. Daba miedo, pero al mismo tiempo, mi religión es muy importante para mi. Sabía que si ponía mi confianza en esa decisión funcionaria”.
Jackson Payne tiene bajo control, excepto tal vez el tiempo.
Algunas veces la falta de tiempo ha sido la culpa del joven, como cuando decidió embarcarse en su misión mormona justo cuando estaba siendo reconocido como gimnasta.
Algunas veces la falta de tiempo no ha sido su culpa, como cuando sufrió un desgarre en el tendón de Aquiles derecho semanas antes de Los Juegos Panamericanos en Toronto el verano pasado.
Pero aunque el tiempo de Payne tal vez no ha sido el mejor, él ha tenido la extraña habilidad de recuperarlo.
Por ejemplo, tomemos la primera semana de junio. El equipo varonil canadiense de gimnasia artística no ha clasificado para los Juegos Olímpicos de Río, pero aún queda un lugar abierto para un gimnasta masculino para competir en Brasil.
Payne de 24 años llegó a su ciudad natal Edmonton para el Campeonato Nacional con la esperanza de ponerse entre los contendientes para ese único lugar. Él viene de ganar su tercer título nacional general, destacando el oro en barras paralelas.
Ahora tiene esperar hasta el 30 de junio cuando la decisión final sea dada por Gymnastics Canada. Está entre Payne, de Vancouver Scott Morgan y Rene Cournoyer de Repentigny, Quebec, ocupar el único lugar disponible en el equipo varonil de gimnasia artística, del Equipo Olímpico.
“Fue un largo camino de regreso”, dijo Payne. “Me tomó un año regresar hasta este punto. Hubo algunos errores. Sé que tengo mucho que mejorar. Sé que hay aun mucho más en mi”.
Antes de que Gymnastics Canada tome su decisión, hay más estrés para Payne. Sin embargo, esta vez, es del tipo de estrés bueno. Se casará este fin de semana.
Dos Misiones Diferentes
Payne, el quinto de seis hijos, inició la gimnasia a los seis años. Su hermana Jenny, nueve años mayor, estaba en gimnasia cuando era adolescente.
Payne recuerda viajar en el auto familiar, dejando a Jenny para las prácticas y recogiéndola al terminar.
Un entrenador sugirió que Jackson se inscribiese en el programa, él lo hizo y fue un éxito instantáneo. Ahora su hermana toma crédito por la historia de triunfo de Jackson al convertirse en un gimnasta internacional.
“Una vez me estaba presentando en la iglesia en Lethbridge, donde estaba hablando, y ella decía ‘soy la razón por la cual él es gimnasta’”. Recordó Jackson.
La fuerte fe de la familia es la razón por la que Payne dejó el mundo de la gimnasia unos meses después de que ganara su primer título nacional general canadiense en 2011. Era tiempo de que sirviera en una misión mormona, y él se fue a Corea del Sur.
“Fue una gran oportunidad” dijo Jackson. “Fue un gran sacrificio dejar atrás competir y entrenar, pero en esos dos años me convertí en una mejor persona. Estaba destinado a ir a Corea. Todo lo que pasó ahí se sintió bien”.
A él le encantó Corea del Sur. Payne había estado en todo el mundo por sus competiciones, pero nunca ahí.
Existen reglas estrictas cuando un joven se embarca en una misión como la de Payne. Sus responsabilidades eran, enseñar a los Coreanos acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con la esperanza de construir la fe en el país así como también el enseñar Inglés tres veces por semana.
“Fue difícil” dijo Payne. “Fui a mi misión sin saber si volvería a hacer gimnasia de nuevo. Era aterrador. Daba miedo, pero al mismo tiempo mi religión es muy importante para mí. Sabía que si ponía mi confianza primero en esa decisión funcionaria”.
Funcionó. Ocho meses después en su misión. A Payne le dieron permiso de visitar la Universidad Nacional del Deporte de Corea. Lentamente trabajó para ponerse en forma de nuevo.
Extracto del Artículo Timing is Everything for the Olympic Hopeful Jackson Payne. CBS Sports Canada.
Este artículo fue escrito por Tim Wharnsby, para CBS Sports Canada y traducido al Español por Wendy Vianey Almazán Cano para mormonsud.com.
Foto por Thomas Schreyer