La Parte Más Difícil De Ser Misionero
Algunas veces el mayor desafío en el campo misional no es la obra misional.
Una vez un misionero me dijo, “cuando las personas me decían que la misión iba a ser difícil, supuse que haría frío o que enfrentaría condiciones de vida difíciles, o que lucharía con el idioma. Pero para mi la parte más difícil fue lo que pasaba por mi cabeza, por ejemplo, me sentía desalentado o frustrado con mis compañeros o no me agradaba hablar con extraños, el lidiar con las subidas y bajadas, el rechazo, el cambio”.
Para prepararte para una misión, puedes y debes leer Predicad mi Evangelio, estudiar las escrituras, aprender a cocinar y a lavar la ropa. Pero también ahora debes tener experiencia emocional, social, y otras habilidades que necesitarás como misionero. Aquí te presentamos una lista de algunas de estas habilidades. Puedes marcar una o dos de ellas para empezar a practicarlas ahora.
La Habilidad De Ser Humilde Sin Sentirse Humillado
Una misionera en Alabama, EUA, me dijo, “creo que pensé que cuando fui apartada, que de alguna manera iba a tener superpoderes. Así que fue una gran sorpresa cuando me di cuenta que el campo misional seguía siendo sólo yo. Seguía teniendo los mismos miedos, las mismas debilidades, y las mismas insuficiencias. Y realmente no se habían ido. He tenido que hacer frente el sentirme inadecuada para servir al Señor”.
Si llegas a la misión con mucho éxito bajo el brazo o con sólo un poco, si eres humilde, enseñable, y estás dispuesto a seguir intentando y trabajando, el Señor puede trabajar contigo. Pero tus habilidades misionales sólo mejorarán a medida de que practiques, hagas preguntas, consigas ayuda, y sigas intentando. Si estás convencido de que las personas son naturalmente buenas (o naturalmente malas) para el campo misional, los idiomas, el testimonio, o las relaciones, tendrás más dificultades.
Un misionero una vez me dijo, “he tenido que aprender que es el trabajo del Señor, no mío. Y está bien si te sientes inadecuado para ello, porque soy inadecuado. Nunca seré adecuado para hacer lo que sólo Dios puede hacer. Hay mucho que puedo hacer para mejorar, pero no tengo que hacer todo por mí mismo, puedo contar con Él”.
Trata de hacer cosas nuevas y difíciles. Así aprenderás a no tomar los sentimientos de insuficiencia demasiado en serio. Por ejemplo:
- Trata de hacer cosas que te saquen de tu zona de confort, como un nuevo empleo, actividades extracurriculares, o clases poco familiares. Haz preguntas, consigue ayuda, analiza errores, y continúa intentando. Haz cosas que requieren práctica y trabajo para que aprendas a confiar en que mejorarás si te esfuerzas.
- No escuches a las voces en tu cabeza que te dicen que las personas o bien nacen con talento, inteligencia, o habilidades sociales o no. Los más grandes atletas, músicos, eruditos y misioneros experimentan muchas fallas y practican muchas horas a su manera para tener éxito.
Las Habilidades De Enfrentar el Posible (Y real) Rechazo
El rechazo y la decepción son experiencias diarias en la misión. Práctica tomando riesgos y enfrentando el rechazo de modo que mejores en cómo tomarlos con calma.
- Solicita un empleo, entrevistas de trabajo, y trabaja a medio tiempo o a tiempo completo.
- Haz pruebas para un equipo o para una obra de teatro.
- Pregunta si quieren salir contigo a citas o actividades.
- Cuando las cosas no vayan bien, observa los pensamientos y las acciones que te ayudan a enfrentarlas y a sentirte mejor.
- Aprende de los contratiempos e intenta de nuevo.
Las Habilidades De Dirigir La Motivación
Todos tenemos que imaginarnos cómo motivarnos a nosotros mismos cuando estamos aburridos, y calmarnos cuando estamos estresados.
- Si una situación es aburrida o no está progresando, siente curiosidad sobre qué es lo que está mal y en cómo puedes arreglarlo, haz un juego sobre él o imagina que es lo que puedes aprender.
- Observa cuando estás estresado y aprende las cosas que puedan ayudar a calmarte en la misión (habla con alguien, relájate, escribe, canta, camina). Da un paso atrás, analiza el problema, involucra a otros, da pequeños pasos, ora, y cambia los pensamientos negativos.
Las Habilidades De Manejar Las Diferencias
Compañeros, líderes, miembros, e investigadores pueden ser maravillosos pero también pueden poner a prueba tu paciencia algunas veces.
Práctica con tus hermanos o amigos a:
- Aprender a apreciar a otros preguntándoles por qué hacen lo que hacen.
- Toma la responsabilidad y discúlpate sinceramente cuando tu comportamiento lastime a alguien, incluso si no fue tu intención.
- Busca una explicación compasiva por el comportamiento de los demás. No guardes rencor.
- Plantea un problema y pide ayuda para resolverlo en vez de culpar o juzgar.
- Cuando surja un conflicto, usa voz suave y muestra respeto por los sentimientos de los demás.
- Comparte tu habitación con alguien, incluyendo con tus hermanos que son diferentes a ti. Se positivo y curioso sobre sus preferencias.
La Habilidad De La Conversación
Si eres introvertido (tímido) o extrovertido (abierto), puedes aprender las habilidades de una buena conversación que necesitarás durante la misión y a lo largo de la vida.
Si eres introvertido:
- Ponte la meta de hablar con alguien nuevo (en especial con adultos poco familiares) por cinco minutos cada semana.
- Sonríe, sé curioso sobre las personas, y aprende buenas preguntas que hagan que los otros hablen.
- Imagina formas de iniciar una conversación y de terminar gentilmente una conversación.
- Nota cuando alguien intenta iniciar una conversación para que puedas ser abierto y receptivo.
Si eres extrovertido:
- Haz hablar a los demás haciendo preguntas.
- Práctica siendo un buen oyente.
- Observa las señales que indican aburrimiento en las personas que te están escuchando. Da espacio a los demás.
Las Habilidades Físicas del Bienestar
Como presidente de misión, mi esposo habló con un misionero quien estaba realmente deprimido y sufriendo. Mi esposo tuvo la impresión de preguntarle, “élder, ¿qué comió para el desayuno?”
“Helado”
“¿Qué comió en el almuerzo?”
“Papas fritas”
“¿Qué comió en la cena?”
“Papas fritas y helado”
“¿Cuánto tiempo ha estado comiendo sólo papas fritas y helado?”
“Como un mes”
“Aquí está su asignación: vaya a casa coma algo verde, pero no helado de menta”
La dieta y ejercicio realmente tiene efecto en cómo nos sentimos sobre la vida. Empieza ahora a:
- Aprender sobre la buena nutrición. Come saludable. Si eres quisquilloso, empieza probando algunas cosas nuevas.
- Haz ejercicio. Ejercitarse con regularidad ayuda a cualquiera a manejar mucho mejor la ansiedad y la depresión. Empieza poco a poco y lentamente como con una caminata nocturna (tal vez con un amigo o con música), marcha en tu lugar durante los comerciales de la TV, o haz algunas abdominales y lagartijas.
- Aprende a cuidar bien de tus pertenencias, ropa, dinero, y tiempo.
- Maneja tu sueño. Si tienes problemas para dormir, o para despertar temprano, pide a las personas que te den ideas. Introduce rutinas que podrías usar como misionero para ir a dormir y levantarte.
La Habilidad del Positivismo
- Desarrolla tu sentido del humor. Ríete de ti mismo, no de los demás. No tomes todo tan seriamente, no te estreses.
- Pregunta a ex-misioneros qué fue lo más difícil para ellos y cómo lo resolvieron. Encuentra ideas que puedas usar.
- Enlista escrituras e himnos que te edifiquen y te llenen de fe.
- Cambia la voz negativa en tu cabeza con algo positivo. Si esa voz es sarcástica, menospreciante, vergonzosa, enojada, o cruel, o te hace sentir sin esperanza o indefenso, no es del Señor. Su voz siempre dará esperanza, será alentadora, y compasiva, especialmente cuando lo estas intentando.
Las Habilidades Espirituales De Bienestar
- Ora realmente. Invita al Padre Celestial a sentarse a tu lado, y habla con Él abiertamente sobre tus problemas, deseos, y gratitud. Intenta orar en voz alta, orar con un lapíz y papel para registrar impresiones, o sólo ora para dar gracias.
- Estudia las escrituras. Busca y espera respuesta a tus preocupaciones.
- Se un misionero ahora. Sal y sirve con los misioneros de tiempo completo, deja que el tema del evangelio venga en las conversaciones cotidianas con tus amigos, y comparte un testimonio honesto en la iglesia. Estarás más animado para hacer la obra misional conforme la vayas haciendo.
Prepárate Para La Vida Misional
Para más ideas de cómo prepararte ahora mismo para una misión, consigue el folleto de ajustandose a la vida misional en store.lds.org o pregúntale a tu obispo.
Dos Tipos De Personas que a menudo pasan por pruebas
Las personas que pasan por pruebas emocionales en una misión usualmente son:
- Aquellos quienes terminaron la escuela sin esforzarse mucho. Las personas que son inteligentes o suficientemente talentosas para pasar sin tener que trabajar muy duro pueden ver sus dones como una especie de magia. Cuando la magia se termina (y siempre pasa en algún punto), no saben que hacer excepto tratar de esconder sus errores. Eventualmente todos tenemos que aprender a ser humildes, trabajar duro, practicar, conseguir ayuda, y superar obstáculos y fallas para seguir creciendo y mejorando.
- Aquellos quienes nunca experimentaron mucho éxito. Algunas personas ven las dificultades como una confirmación de que son tontos o poco talentosos. Pero ningún cerebro se vuelve más inteligente y más capaz cuando se concentra, y analiza qué salió mal, trata soluciones creativas, consigue ayuda, trabaja duro, y práctica.
Si estas en cualquier grupo, recuerda que nadie nació siendo un increíble misionero.
Las habilidades misionales se desarrollan con práctica, un montón de trabajo duro, tomando riesgos, superando obstáculos, intentando de nuevo después de cometer errores, aprendiendo de otros, y confiando completamente en el Señor. Él te ama y te ayudará a cumplir tu misión personal así como de tiempo completo.
Este artículo fue escrito por Wendy Ulrich, PhD, para New Era y traducido por Wendy Vianey Almazán Cano para mormonsud.com