Camisas blancas, sonrisas brillantes y corazones llenos de fe. Así marcharon misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por la emblemática Alameda de los Descalzos, en uno de los eventos cívicos más significativos del distrito histórico del Rimac en Lima, Perú.
El sábado 12 de julio, los misioneros de tiempo completo, acompañados por miembros de la Estaca Rímac —incluyendo niños, jóvenes y adultos— participaron en el desfile cívico presidido por el alcalde distrital, economista Néstor De la Rosa Villegas. El evento reunió a instituciones educativas, organizaciones vecinales y a una comunidad que celebra sus raíces con orgullo.

Embajadores del Evangelio y del civismo
Encabezados por el presidente de estaca, Darwin Bejarano Aguado, los misioneros no solo representaron a la Iglesia: representaron el deseo de servir con amor donde sea que estén llamados. Su presencia en el desfile fue un recordatorio viviente de que el discipulado va más allá de la predicación: también se expresa en actos de respeto, unidad y participación ciudadana.
Con paso firme y propósito eterno
Mientras saludaban al público y a las autoridades, los misioneros llevaban consigo algo más que una bandera: llevaban su testimonio. En cada paso, en cada sonrisa, en cada saludo, manifestaban su compromiso con Jesucristo, con el país que los acoge y con los valores que unen a los peruanos.

Un mensaje que inspira
En un mundo que a veces se siente dividido, los misioneros en el Rímac mostraron que la fe, el civismo y el servicio pueden caminar juntos. Su participación en el desfile no solo fue un acto simbólico, sino una invitación a ser luz, a tender la mano, y a representar lo mejor de nosotros, ya sea en las calles… o a 30,000 pies de altura.
Fuente: noticias.laiglesiadejesucristo.org




Lo más hermoso, siempre dispuestos a servir con amor a sus semejantes
Mis oraciones por los elderes y hnas que salen a la misión a compartir el evangelio de Jesucristo con amor…. gracias
Fantástico ver los misioneros cantando con alegría sois ángeles enviados por Dios Padre Celestial y su hijo Jesucristo muchas gracias por todo vuestro servicio a todos
¡Gracias por tus palabras! Los misioneros realmente son instrumentos en las manos del Señor para llevar luz y esperanza a muchas personas.