Habiba Yakouba Outtarra hizo historia al convertirse en la primera misionera de Malí, nación situada en África Occidental, para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El 6 de junio de este año, la hermana Ouattara ingresó en el Centro de Capacitación Misional de Accra, Ghana.
A finales de junio, comenzó a servir en la Misión República Democrática del Congo, Kinshasa Oeste.
Ella es la segunda persona de Malí en ser llamada a servir una misión de tiempo completo.
Miembro de la Iglesia de Jesucristo
A inicios del 2017, la madre de la hermana Outtarra, quien había sido criada en la fe católica pero que no asistía a sus reuniones dominicales, tomó la decisión de que sus hijos debían ir a una iglesia para que tanto ella como su familia reciban instrucción moral y religiosa.
La misionera compartió:
“Las cosas eran muy difíciles para nosotros porque no teníamos dinero ni comida, mi madre tenía la esperanza de que sí íbamos a la iglesia, las cosas iban a mejorar”.
Gracias a un amigo cercano, la familia pudo conocer a los misioneros Santos de los Últimos Días.
La hermana Outtarra, su mamá y su hermana se bautizaron, siendo la primera familia Santo de los Últimos Días en Malí.
“Vivíamos muy lejos de la Iglesia y tampoco teníamos suficiente dinero para tomar taxis. También teníamos que trabajar en nuestra tienda todos los días para tener suficiente dinero para la comida”.
Esta joven misionera siempre recuerda que con fe y trabajo duro su familia logró juntar el dinero necesario para mudarse cerca a la capilla de su barrio.
Aquello fue una gran bendición porque les permitió asistir a la Iglesia todos los domingos.
Servir la misión en República Democrática del Congo
La hermana Outtarra, siempre quiso servir una misión. Ella pudo lograr su sueño de ayudar a las personas a venir a Cristo gracias a su familia y amigos.
Además, ella recuerda que una de sus amigas la ayudó financieramente con una gran cantidad de dinero.
En el Centro de Capacitación Misional de Ghana, la hermana Outtarra ha logrado conocer a diferentes autoridades generales, entre ellos, el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y su esposa, la hermana Susan Gong.
Finalmente, la hermana Outtarra está cada vez más emocionada por servir al Señor:
“Enseñar el Evangelio en mi propio idioma es una gran bendición, espero marcar una gran diferencia en República Democrática del Congo”.
Fuente: Church News