El 22 de junio de 2023, M. Russell Ballard, el presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, discursó en el Seminario para nuevos líderes misionales en el Centro de Capacitación Misional (CCM) de Provo, Utah.
En su discurso, destacó el sentimiento de unidad que debería existir en cada compañerismo de misioneros. Incluso, enfatizó que esta unión debería ser como la de José y Hyrum Smith.
Cuando Hyrum se enfermó del cólera, recibió una bendición del sacerdocio y le dijeron que “tendría el poder de dar su vida voluntariamente para glorificar a Dios”.
Más adelante, José Smith le pidió a Hyrum que no lo acompañara a Carthage. Sin embargo, él prefirió no separarse de su hermano, relató el presidente Ballard, tataranieto de Hyrum.
El presidente Joseph F. Smith dijo:
“Durante todo el ministerio del profeta…. [Hyrum y José] nunca se separaron más que seis meses en un determinado momento”.
Joseph Fielding Smith, nieto de Hyrum y décimo presidente de la Iglesia, dijo lo siguiente sobre José y Hyrum:
“Estuvieron juntos en la mayoría de las pruebas y dificultades que enfrentaron los Santos. Juntos compartieron alegrías y tristezas, y juntos soportaron sus injustos encarcelamientos, persecuciones y sentencias de muerte”.
El presidente Ballard expresó que el mismo sentimiento de unidad que existía entre José y Hyrum también debería ser compartido por cada compañerismo de misioneros.
José dijo de su hermano:
“Él posee la mansedumbre del Cordero y la integridad de Job. En pocas palabras, posee el espíritu manso y apacible de Jesucristo y lo amo con ese tipo de amor que es más fuerte que la muerte”.
Al deliberar juntos sobre si ir o no a Carthage, Hyrum le dijo a José:
“El Señor está allí. Si vivimos o tenemos que morir, aceptaremos nuestro destino”.
Cuando estuvieron allí, los dos fueron encarcelados y José suplicaba que Hyrum fuera liberado. No obstante, Hyrum se quedó.
Cuando el populacho subió corriendo las escaleras hacia la habitación donde Hyrum, José y otros estaban cautivos, “Hyrum, siempre el hermano mayor, estaba sujetando la puerta en un intento de proteger a sus compañeros”, dijo el presidente Ballard.
Hyrum recibió un disparo y luego, John Taylor.
En un intento de “desviar la atención del populacho” de los demás en la habitación, José corrió hacia la ventana del segundo piso, recibió un disparo y murió al caer, relató el presidente Ballard.
Esa tragedia causó mucho pesar y conmoción entre sus seres queridos y los Santos.
Años más tarde, el presidente Joseph F. Smith, hijo de Hyrum, dijo que tuvo una visión en la que vio a su padre y a José “siguiendo con sus labores misionales en el reino del Señor… En la eternidad, han unido fuerzas con otros profetas y patriarcas para completar su gran obra”.
El presidente Ballard compartió esta historia de José y Hyrum e hizo un llamado a los misioneros de la actualidad.
Los invitó a no olvidar los sacrificios de quienes los precedieron en la obra de salvación.
“Ahora, ningún misionero debe dejar de comprender y valorar el gran precio que otros han pagado para establecer una vez más la Iglesia de Jesucristo sobre la tierra.
Ninguna asignación o desafío de ningún misionero debería impedirle declarar con valentía las verdades del Evangelio”, dijo el presidente Ballard.
Luego, se dirigió a los nuevos líderes de la misión y expresó:
“El Señor llamó a José Smith para esta obra, tal como ustedes y sus misioneros han sido llamados a la suya, a través de Su profeta”.
Predicar el evangelio con poder en preparación a la Segunda Venida
El presidente Ballard también habló sobre cómo José Smith sentó las bases para prepararnos para la Segunda Venida.
“La restauración va más allá de la muerte de José y Hyrum.
José tradujo el Libro de Mormón, recibió las llaves del sacerdocio, restableció las ordenanzas, organizó La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, llamó a misioneros, construyó templos y enseñó principios que son necesarios para preparar a un pueblo para la Segunda Venida del Señor Jesucristo”.
Asimismo, enfatizó que el compañerismo de José y Hyrum es un ejemplo de lealtad a la familia y al Padre Celestial.
“José y Hyrum, fueron como compañeros de misión, fueron honestos y fieles el uno con el otro y con Dios. Su ejemplo de amor y apoyo en su misión es un modelo a seguir para todo compañerismo de misioneros”.
Agregó, dirigiéndose a los líderes de misión:
“Todos sus misioneros deben dedicarse a esta gran causa… Todos nosotros, siguiendo el ejemplo de José y Hyrum Smith, podemos protegernos, apoyarnos, enseñarnos y amarnos unos a otros como compañeros misionales con la misma dedicación que ellos tuvieron en su misión”.
Finalmente, extendió un llamado a los nuevos líderes de misión con respecto al mensaje del evangelio que José y Hyrum protegieron, y dijo:
“Debemos llevar [el evangelio] con poder a la vida de los hijos de nuestro Padre Celestial dondequiera que los encontremos hasta que Él de Su obra por concluida”.
*Portada: Foto de la Iglesia de Jesucristo
Fuente: Church News