5 cosas que no puedes dejar de hacer antes de ir a la misión

Servir en una misión es uno de los deseos más nobles y una de las decisiones más valientes. Sé que Dios te bendecirá mucho en este camino que elegiste y te fortalecerá cuando surjan los obstáculos.

Al enemigo no le complace esta decisión y hará todo lo posible para que desistas. No obstante, confía en Él y no temas. Al ser firme en tus justos deseos, Dios podrá obrar para llevarte a cumplirlos.

Estas son 5 cosas que puedes hacer para prepararte para servir en una misión. ¡Veamos!

1. Ora con fulgor

pecados

Imagen: Canva

En lugar de hacer oraciones rápidas y repetitivas, esfuérzate por tener una conversación con el Padre Celestial. Cuéntale sobre tu día, los detalles de tu vida.

Él te ama y desea que hables con Él como lo haces con tus amigos y familia.

Además, siempre esfuérzate por escuchar lo que el Espíritu le dice a tu mente y corazón.

“Cuando era pequeño, mis padres me enseñaron a orar por medio del ejemplo. Al principio, en mi mente tenía la imagen de un Padre Celestial que estaba muy lejano. Al ir madurando, mi experiencia con la oración ha cambiado.

 

Esa imagen ha llegado a ser la de un Padre Celestial que está cerca, bañado de luz resplandeciente y que me conoce perfectamente”. —Henry B. Eyring, “Exhortarlos a orar

2. Recibe tu bendición patriarcal

bendición patriarcal

Imagen: Canva

Tu bendición patriarcal te dará una idea del plan de Dios para tu vida, incluso bellas promesas. Asimismo, en algunos casos, podrás encontrar guía para tomar decisiones importantes, tal como servir en una misión.

“El mismo Señor que le proporcionó la Liahona a Lehi, nos brinda a nosotros hoy un don valioso y excepcional que nos da dirección en la vida, que marca los peligros que se nos interponen y nos traza el camino, un sendero seguro, no hacia una tierra prometida, sino hacia nuestro hogar celestial.

 

El don al cual me refiero es nuestra bendición patriarcal. Todo miembro digno de la Iglesia tiene derecho a recibir ese tesoro personal preciado e invaluable”. – Thomas S. Monson, “Las bendiciones patriarcales

3. Conversa con los misioneros

misioneros

Misioneros de la Iglesia de Jesucristo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Pregúntales a los misioneros o ex misioneros por qué decidieron servir en una misión, cómo la misión ha bendecido sus vidas.

Incluso, podrías reunirte con ellos para dar lecciones a los investigadores. Te fortalecerás y sabrás con anticipación cómo será la misión.

“Sé que una misión te proporcionará bendiciones extraordinarias ahora y a lo largo de la vida… Nunca te arrepentirás de prestar servicio misional, pero lo más probable es que te arrepientas de no haber prestado servicio si escoges no hacerlo”. Richard G. Scott, “Ahora es el momento de servir en una misión

4. Estudia y reflexiona sobre las escrituras

libro de mormon

Imagen: Shutterstock

Busca respuesta a tus preguntas sobre el evangelio.

Encuentra pasajes de las escrituras que puedan ayudar a resolver dudas sobre la vida que las personas usualmente tienen y haz una lista.

Mantén el corazón y la mente abiertos a la revelación personal.

“Nos preparamos para recibir revelación personal igual que los profetas: al estudiar las Escrituras, ayunar, orar y edificar la fe. La clave está en la fe.

 

Recuerda la preparación de José para la Primera Visión: ‘Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios… Pero pide con fe, no dudando nada’”. Robert D. Hales, “Cómo buscar y recibir revelación personal

5. Comienza a compartir el evangelio ahora mismo

evangelio restaurado

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Ora para tener oportunidades misionales. Habla sobre el evangelio con amigos y familiares ahora, esto hará más sencillo compartir las verdades preciosas del evangelio en tu misión.

“Con fe en la ayuda del Señor, seremos guiados, seremos inspirados y encontraremos gran gozo en esta obra de amor de importancia eterna.

 

Llegaremos a entender que el éxito en compartir el Evangelio consiste en invitar a las personas con amor y con la genuina intención de ayudarles, sin importar cuál sea su respuesta”. – Dallin H. Oaks, “Compartir el Evangelio restaurado

Espero que este articulo te haya ayudado. ¡Cuéntanos en los comentarios cómo te preparas para servir en una misión!

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