Definitivamente, el covid-19 ha dado un vuelco a nuestras vidas. En especial, a los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. No imagino lo aterrador que puede ser servir en una misión en este tiempo. Por eso, entrevisté a dos hermanas que asistieron al CCM en línea para saber todo al respecto.
Nota: Quería asegurarme de que las experiencias en el CCM en línea fueran completamente diferentes. Así que entrevisté a dos hermanas que no eran compañeras. Debido a esto, algunas de sus respuestas son diferentes. ¡Cada experiencia es única!
Rutina matutina
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Primero está la logística. ¿Todavía tienen que levantarse a las 6:30 cada mañana? ¿Hacen ejercicios? ¿Cuál es su rutina matutina?
Hermana Porter:
“La rutina de la mañana cambiaba todos los días. Me levantaba a las 6:30 a.m., hacia ejercicios, me preparaba para el día y trataba de hacer mi estudio personal de las Escrituras”.
“¡Algunas mañanas había más cosas que hacer porque teníamos talleres antes de las clases, así que en esos días hacia mi estudio personal más tarde!”
Hermana Gittins:
“Me levantaba a las 6:30 a.m. y estudiaba las Escrituras con mi compañera. Luego, ¡me preparaba y desayunaba antes de comenzar las clases a las 9:45 a.m.!”
Clases
Ambas hermanas amaron sus clases. Ambas tenían dos maestros. Uno que les enseñaba de 9: 30 a.m. – 12: 30 p.m. y otro que les enseñaba de 1: 45 p.m. – 4: 45 p.m.
Usan Zoom para todas sus reuniones. Asimismo, usan el correo electrónico y un software llamado Canvas para comunicarse.
Lecciones de enseñanza
Una de las partes más importantes del CCM es algo llamado lecciones en el CRE (Centro de recursos de enseñanza) ¡Aquí es donde los misioneros practican cómo dar lecciones a los investigadores!
Las personas a las que enseñan pueden ser no miembros reales o simplemente actuar como uno. De cualquier modo, es una excelente manera de aprender las habilidades que necesitas para el campo misional. Pero, ¿cómo se hace en línea?
Hermana Porter:
“Sinceramente, esto me recuerda a las citas en línea. Vemos un sitio web, la foto y la biografía de todas las personas a las que podríamos dar una lección. Luego, nos registramos con ellas ahí”.
“Al menos para los misioneros que hablan inglés, les gusta que hagamos 3 CRE semanalmente, con una persona nueva cada semana. Nos reunimos con ellas durante unos 25 minutos en Zoom”.
Hermana Gittins:
“Recibimos un enlace a través de Canvas. Una vez que programamos una lección, nos envían un enlace de Zoom para reunirnos en línea”.
Conectarte con tu distrito/compañero
Durante mi tiempo en el CCM, me familiaricé mucho con mi distrito y mi compañera. Formas un vínculo increíble con personas que acabas de conocer.
¿Esto también podría suceder mientras haces el CCM en línea? ¿Cómo es?
Hermana Porter:
“Esto era lo que más me preocupaba, pero tuve la mejor compañera y el mejor distrito. ¡Es sorprendente lo cercanos que nos hemos vuelto! Para el distrito, tenemos un chat de Google Hangouts, tenemos tiempo para hablar en clases juntos, y durante los P-days y domingos, tratamos de darnos un tiempo para hacer una videollamada de distrito por Zoom”.
“Tengo el mejor grupo y me siento muy afortunada de haber hecho tan buenos amigos incluso a través de Zoom”.
“¡También tengo mucha suerte de que mi compañera viva cerca de mí! Nos comunicamos por Zoom para hacer nuestro estudio de las Escrituras todos los días. Incluso, ¡hemos podido reunirnos durante los P-days y tuve la oportunidad de ir a su despedida!”
“Mi consejo para todos aquellos que les preocupa la relación que puedan tener con su distrito es hacer esfuerzos adicionales para estar en contacto con ellos. ¡Asegúrate de orar por ellos y encontrar tiempo fuera de clases para conocerlos! ”
Hermana Gittins:
“Utilizamos Zoom para hacer el estudio de las Escrituras con nuestros compañeros. Los fines de semana estudiamos el manual “Ven, Sígueme” con el distrito en Zoom. ¡También teníamos un grupo de conversación del distrito en el que hablábamos todos los días!
Descanso / Almuerzo
¿Tienen descanso? ¿Cuánto tiempo tienen para almorzar?
Hermana Porter:
“Tenemos un descanso cada hora entre las clases durante 5-10 minutos. Además, tenemos alrededor de una hora y media para almorzar”.
Hermana Gittins:
“Dependiendo del maestro, teníamos de 3 a 4 descansos que duraban entre 5 y 10 minutos por cada clase de 3 horas. El almuerzo era de 2 horas a menos que tuviéramos talleres o lecciones CRE que teníamos que hacer durante la hora del almuerzo”.
¿A qué hora termina su día?
Hermana Porter:
“¡Depende del día! La mayoría de los días terminamos alrededor de las 5 p.m. Sin embargo, los martes, todos vemos el devocional y hablamos. Asimismo, hay días en que tenemos lecciones de CRE hasta tarde”.
Hermana Gittins:
“¡El día termina oficialmente a las 10:30 p.m., cuando se apagan las luces! El día acaba justo cuando terminamos todo lo que teníamos pendiente”.
¿Viven los estándares misionales todo el tiempo?
Hermana Porter:
“¡Respuesta corta, sí! Nos alientan a seguir estudiando, pasar tiempo con nuestras familias y contarles lo que estamos aprendiendo. ¡No televisión (excepto programas de la Iglesia), música ni redes sociales!”
Hermana Gittins:
“Sí. Estamos apartados, por lo que es importante que mantengamos los estándares misionales. Especialmente, cuando técnicamente no tenemos personas que se aseguren de que los estamos cumpliendo”.
“Queremos ser íntegros antes de entrar al campo misional para poder mostrarle a Dios cuánto queremos hacer esto por Él”.
Día de preparación (P-day)
Para aquellos que quizás no sepan, los P-days son días en los que los misioneros se “preparan” para el resto de la semana.
Lavan la ropa, van de compras, escriben correos electrónicos a su familia y toman el descanso necesario. ¿Hacen este tipo de cosas mientras están en casa recibiendo las clases del CCM en línea?
Hermana Porter:
“Me preocupaban los P-days. ¡Pensé que me aburriría mucho! Pero, en realidad, ¡han sido increíbles! Todavía me despierto a las 6:30 a.m. y, por lo general, voy de excursión con mi familia”.
“Luego, tenemos el estudio personal y con el compañero de las Escrituras. Sin embargo, si aún hay tiempo en el día, enviaré correos electrónicos y chatearé con amigos y familiares”.
“Me comunico con mi familia que vive lejos. ¡Hago videollamada por Zoom con todo el distrito! También trato de reunirme con mi compañera todos los P-days, ¡cenamos y conversamos! El resto del tiempo libre se puede usar para hacer caminatas, estudiar, jugar y hacer pequeñas siestas”.
Hermana Gittins:
“Los P-days son divertidos, pero es difícil pasar de días llenos de actividades a días vacíos sin un objetivo particular en mente. Sin embargo, es agradable, ya que hacemos videollamadas de distrito por Zoom para hacernos compañía porque ¡todos estamos en el mismo bote!”
Domingos
Hermana Porter:
“¡El domingo es como un P-day adicional! No tenemos clases, pero aun así se nos alienta a hacer nuestro estudio personal y con el compañero de las Escrituras. Normalmente, paso el resto del día haciendo las reuniones dominicales en casa, caminando, jugando y estudiando”.
Hermana Gittins:
“Los domingos se parecían mucho a mis P-days porque no teníamos un horario ocupado. Acabábamos de tomar la Santa Cena y estudiábamos el manual ‘Ven, sígueme’”.
¿Hubo algo diferente de lo que esperaban?
Hermana Porter:
“¡Es mucho mejor de lo que imaginaba! Me sorprende lo feliz que estoy. Asimismo, me impresiona lo mucho que puedo aprender y sentir el Espíritu a través de Zoom. Estoy más cerca de mi compañera y mi distrito de lo que creí posible. El día también pasa muy rápido. ¡Me preocupaba mucho lo largo que podría sentirse el día!”
Hermana Gittins:
“Sí, la forma en que se desarrolló el horario. Pensé que estaríamos más ocupados por las mañanas. Pero, teníamos unas 3 horas antes de las clases y 4 horas y media después de las mismas, antes de dormir”.
¿Hay desafíos?
Hermana Porter:
“¡Definitivamente! Es difícil no estar en persona con mi distrito y mis maestros. ¡Los amo tanto y quiero estar con ellos! Asimismo, es difícil tratar de ser un misionero obediente mientras vives en el mismo lugar”.
“¡Es difícil no poder dormir más tiempo en mi cama acogedora o volver a descargar Instagram en mi teléfono! ¡También ha sido difícil para algunos de los misioneros que tienen su X-Box en la habitación de al lado! Pero, el Señor nos conoce y, definitivamente, nos ayuda a facilitar las cosas”.
Hermana Gittins:
“Creo que lo más difícil del CCM en línea es que no puedo conocer a mi distrito en persona. ¡También es difícil despertarse a las 6 de la mañana!”
¿Cuáles son los aspectos positivos?
Hermana Porter:
“¡Todo! Realmente quiero decir eso. Es asombroso sentir el Espíritu tan fuerte dentro de las paredes de mi hogar. Ser una misionera apartada, con esas bendiciones, mientras estoy con mi familia. ¡Me encanta el tiempo adicional que tengo para compartirlo con mi familia!”
“Me ha encantado llegar a unirme y formar amistades únicas con mi distrito. Si aún no lo sabes, ¡realmente, realmente los amo!”
“Asimismo, me encanta que esto me esté preparando para poder ser una misionera en línea, enseñar en línea”.
“¡Ha sido una experiencia increíble y me siento un poco triste por todos los que no pueden experimentarla! ¡Ah, también, la comida casera del CCM es increíble!”
Hermana Gittins:
“Lo positivo es que no tuve que conducir a ninguna parte ni caminar a ningún lado para llegar a una clase. También fue agradable poder tomar un refrigerio durante mi descanso de 5 minutos porque no estaba atrapada en un salón de clases”.
Un testimonio más grande
Por último, tuve que preguntarles a estas maravillosas hermanas cómo creció su testimonio al comenzar sus misiones durante una pandemia mundial.
¿Qué bendiciones específicas tuvieron al hacer el CCM en línea?
Hermana Porter:
“¡Mi testimonio ha aumentado de muchas maneras!”
“1. ¡La obra continúa! La obra misional es muy importante. ¡Éste es un gran testimonio de ello! Dios necesita que Sus hijos escuchen el Evangelio y una pandemia no va a detener eso”.
“2. Dios está al tanto de nosotros. Soy una misionera ‘mayor’ que sale a la misión a los 21 años. Estar con mi distrito, hacer el CCM en línea y aprender todo lo que estoy aprendiendo me ha demostrado lo pendiente que Dios está de nosotros. ¡Me ha dado un gran testimonio de la importancia de Su tiempo!”
“3. DIOS NOS AMA. Él nos ama tanto que proporcionará un camino hacia Él, independientemente de todo lo que ocurra en este mundo. ¡Él ha guiado a nuestros líderes de la Iglesia a implementar políticas que han hecho posible realizar las reuniones de la Iglesia desde casa y la obra misional en línea!”
“Podría seguir hablando, pero terminaré diciendo que sé que Dios nos ama. ¡Sé que Dios está al pendiente de nosotros!”
“Sé que cuando confiamos en Él y en Su plan, a veces aparentemente imposible o loco. Por ejemplo, ¡servir en una misión en medio de una pandemia mundial! ¡Hará que sucedan milagros! ¡Amo este Evangelio y ME ENCANTA ser misionera!”
Un mejor testigo
Hermana Gittins:
“Creo que esta experiencia ha sido 100% diferente de lo que esperaba. Es sorprendente cuántas personas han decidido convertirse en misioneros durante este tiempo. Sé que todos aquí están eligiendo al Señor a pesar de que las cosas sean difíciles”.
“He aprendido que el Espíritu nos trae paz en situaciones difíciles. Mientras oremos por Su consuelo, podremos recibir esas bendiciones”.
“Realmente creo que todos los misioneros que decidieron que el COVID-19 no los derribaría serán verdaderamente bendecidos. Se mantuvieron firmes y soplaron con el viento. Podrán mantenerse firmes en el camino que Dios les ha trazado”.
¿No son increíbles estas hermanas? Admiro mucho su firmeza y deseo de servir al Señor durante este tiempo sin precedentes.
¿Qué consejo les darías a estos misioneros que hacen el CCM en línea? ¡Deja tu respuesta en la sección de comentarios y me aseguraré de que lo lean!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Brooklyn Gittins y fue publicado en Third Hour con el título “Everything You Need to Know About the Online MTC”.