Hoy también es un día muy especial para continuar con nuestras actividades de Ilumina el Mundo planteadas por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para tener una Navidad más genuina y esperanzadora.
Ilumina el Mundo adorando al Padre
Otra de las enseñanzas que nos dejó Jesús cuando estuvo en la Tierra fue el de adorar a nuestro Padre Celestial. Jesucristo siempre oraba al Padre demostrando reverencia y humildad a Su padre. Tal vez te preguntes que quiere decir “adorar” exactamente. Pues bien, adorar quiere decir honrar y respetar, participar en actividades religiosas formales y actuar de modo tal que nos volvamos más piadosos.
A continuación proponemos tres formas para adorar a nuestro Padre Celestial
Asiste a la Iglesia
Una de las instrucciones que nos dio el Salvador fue unirnos en hermandad con otras personas que también desean adorar al Padre Celestial. En el Libro de Mormón que es también un Testamento de Jesucristo nos explica que “se mandó a los hijos de Dios que se congregaran frecuentemente, y se unieran en ayuno y ferviente oración por el bien de las almas de aquellos que no conocían a Dios” (Alma 6:6).
Élder D. Todd Christofferson dijo: “Los barrios y las ramas de la Iglesia proporcionan una reunión semanal de descanso y renovación, un tiempo y un lugar para dejar al mundo de lado: el día de reposo. Es un día para que ‘se deleiten en Jehová’ [Isaías 58:14], para experimentar la sanación espiritual que proviene de la Santa Cena y para recibir la promesa renovada de tener Su Espíritu con nosotros”.
Ora de rodillas
Orar a nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo es una de las acciones más sagradas que podemos efectuar las personas. Cuando nos arrodillamos, expresamos nuestra humildad y devoción a nuestro Padre que está en los Cielos y conversamos con él por medio del Espíritu Santo.
Y no piensen que no pueden hacerlo, comparto el consejo de élder J. Devn Cornish: “Existe el riesgo de que alguien piense que no es lo suficientemente digno para orar. Esa idea proviene del espíritu maligno, que es el que nos enseña a no orar. ¡Es igual de trágico que pensemos que somos demasiado pecadores para orar, como lo es para la persona sumamente enferma creer que está demasiado enferma para acudir al médico!”. Recuerda que nuestro Padre Celestial está una oración de distancia.
Adora al Padre a través de la música
Los himnos o la música son también formas de adorar al Padre a través del arte. Esto es un hecho que se realiza desde tiempos remotos; cuando el antiguo Israel fue liberado de Egipto cantó, “Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel [un] cántico a Jehová” (Éxodo 15:1).
Dios no dice: “Solamente las canciones bien interpretadas son una oración para mí”, ni “Escucharé únicamente a los que tengan talento musical”. En nuestra música, así como en nuestra vida, a Él le interesa más la condición de nuestro corazón que nuestra capacidad. Así que no necesitas ser el mejor cantante para cantar himnos y adorar al Padre.
Recuerda que los domingos son los días especiales para adorar, sin embrago, Además de las expresiones externas de adoración, debemos tener una actitud de adoración a dondequiera que vayamos y en todo lo que hagamos.