El pasado domingo 20 de agosto de 2023, la selección española femenina de fútbol se proclamó campeona del mundo al vencer a Inglaterra en la final de la Copa Mundial Femenina de la FIFa.
Los festejos fueron multitudinarios y se celebraron en todo el país español.
Sin embargo, en el centro de la atención se encontró el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, quien entregó las medallas a las campeonas durante la ceremonia y se acercó a la jugadora Jennifer Hermoso para luego darle un beso en los labios.
El momento fue captado por las cámaras de televisión y rápidamente se viralizó en las redes sociales. La reacción del público fue inmediata y muchos criticaron el beso como un acto de violencia sexual.
Rubiales, por su parte, se disculpó por el incidente, pero también trató de justificarlo como un gesto de “buena voluntad”. “Fue un beso de celebración”, dijo. “En ningún momento pensé que pudiera molestar a nadie”.
La Real Federación Española de Fútbol dispone de un protocolo de actuación frente a la violencia sexual.
En él, se considera que contactos físicos como “atraer con el brazo con el intento de besarles” o “besar a la fuerza” son “situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual”.
Directrices de la Iglesia de Jesucristo
Las directrices de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con respecto al acoso sexual y los actos sin consentimiento son claras. La Iglesia enseña que todo acto sexual debe ser consensual y que cualquier forma de acoso sexual es inaceptable.
Además, el presidente Russell M. Nelson enseñó en la Conferencia General de octubre de 2022:
“Permítanme ser perfectamente claro: cualquier clase de abuso o maltrato hacia mujeres, niños o cualquier persona es una abominación para el Señor… El Salvador no tolerará el abuso ni el maltrato, y como Sus discípulos, nosotros tampoco podemos hacerlo”
En el caso del beso de Rubiales, el acto fue una forma de acoso sexual puesto que no hubo consentimiento de parte de la futbolista.
Para ayudar a prevenir el abuso, la Iglesia:
- Requiere que aquellos que trabajan con niños o jóvenes en la Iglesia completen una “capacitación para proteger a los niños y jóvenes”.
- Ha establecido pautas que requieren que al menos dos adultos estén con los niños en cualquier momento para evitar situaciones en las que podría ocurrir abuso.
- Requiere que los obispos llamen a una línea de ayuda cuando se enteren de algún abuso. Los consejeros y abogados involucrados en esta línea de ayuda pueden guiar al obispo a través del proceso de denunciar el abuso a las autoridades civiles y cualquier otro asunto que sea necesario para ayudar a las víctimas y prevenir más abusos.
- Separa los registros de membresía de aquellos que han sido condenados por abuso para que no se les pida que ayuden con ciertas asignaciones o llamamientos.
- Publica artículos en revistas de la Iglesia para animar a los miembros a hacer de la prevención una prioridad.
El incidente del beso de Rubiales ha generado un debate sobre el acoso sexual en el deporte. Algunos creen que el incidente es un ejemplo de cómo el acoso sexual puede ocurrir en cualquier lugar, incluso en los entornos más públicos.
Otros creen que el incidente es un ejemplo de cómo las mujeres todavía son objeto de discriminación y acoso en los deportes.
Independientemente de la interpretación del incidente, está claro que las acciones del presidente Rubiales fueron inapropiadas y han causado daño a la imagen de Jennifer Hermoso y las mujeres en general.
*Imagen de portada por Hannah Mckay, REUTERS