El martes 18 de junio, el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a los educadores religiosos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo.
El élder Dale G. Renlund durante su discurso de apertura para la primera Conferencia de Educadores Religiosos en el Edificio Joseph Smith en el Campus de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah. Fotografía: Adam Fondren, Deseret News
El élder Renlund ofreció el discurso de apertura de la primera Conferencia de Educadores Religiosos patrocinada por el Sistema Educativo de la Iglesia. Compartió cuatro elementos esenciales del evangelio para combatir la desnutrición espiritual.
Nutriente del Evangelio #1: Un testimonio firme
El primer nutriente vital es tener un testimonio firme. El élder Renlund dijo: “del Padre Celestial y Su plan, Jesucristo y Su Expiación, y la Restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo en estos últimos días”. Para esto, los maestros deben enseñar y testificar de estas verdades.
Alumnos de Seminario. Créditos: Scott G Winterton, Deseret News
Como ejemplo, el élder Renlund relató cómo invitaron a una amiga de la familia, Grace, que no era miembro, a un programa navideño.
Dos oradores compartieron historias ficticias, pero el obispo dio un poderoso testimonio de Jesucristo. Grace comentó que cuando el obispo habló, algo se sentía diferente. El élder Renlund dijo:
“Los oradores habían sido bien intencionados, pero habían servido Twinkies teológicos, calorías espiritualmente vacías, expresiones anémicas de fe y testimonio que estaban desprovistas del poder de la palabra de Dios y, en consecuencia, del Espíritu”.
El apóstol recordó a los maestros que siempre deben llevar sus clases de vuelta a Jesucristo y Su Expiación, al Padre Celestial y Su plan, y a la Restauración del evangelio.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Nutriente del Evangelio #2: Una relación personal con el Salvador
Una relación personal con el Maestro puede acercar a los estudiantes al Salvador, la verdadera fuente de nutrición espiritual. El élder Renlund dijo:
“La relación entre el maestro y el alumno ayuda a los estudiantes a estar abiertos a Sus palabras. Incluso años después de que termine su enseñanza formal a los estudiantes, su relación puede seguir ejerciendo una influencia positiva en sus vidas. Su influencia duradera será porque, por profundo amor y preocupación por su bienestar, los ha señalado al Señor y a Su doctrina, en lugar de a ustedes mismos”.
El élder Renlund habló de una de sus maestras de la Primaria, Becky, que le enseñó y le animó no solo cuando era niño, sino también cuando era joven, como un misionero recién retornado e incluso después de su llamado a los Doce.
“Cada alumno necesita una o más Beckys en sus vidas, maestros que tengan una relación de por vida con ellos, alguien que les haya señalado al Salvador, alguien que afecte su pensamiento y comportamiento, alguien a quien no quieran decepcionar”, dijo el élder Renlund.
Nutriente del Evangelio #3: La necesidad de abordar preguntas e inquietudes
El élder Renlund dijo:
“Maestros, pueden ayudar a sus estudiantes enseñándoles lo que significa combinar el estudio y la fe a medida que aprenden. Puedes enseñarles modelando esta habilidad y enfoque en clase”.
Señaló que esquivar o ignorar preguntas honestas plantea más preguntas. La Iglesia ha recopilado “un recurso maravilloso y confiable para las personas que buscan respuestas a sus propias preguntas y para otros que se esfuerzan por ayudarlas.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Nuestro objetivo es ayudar a fortalecer la fe en Jesucristo, incluso cuando proporcionamos algunas sugerencias sobre cómo abordar temas complejos y a veces difíciles”.
El élder Renlund presentó los recursos en ChurchofJesusChrist.org y la aplicación Gospel Library. En “Temas y preguntas” hay una sección llamada “En busca de respuestas a las preguntas” y otra sección llamada “Ayudar a otros con preguntas”.
Imagen: Captura de pantalla de la Biblioteca del Evangelio y Canva
La primera enseña principios que pueden guiar el estudio al buscar responder preguntas sobre la fe, la doctrina o la historia de la Iglesia. Esta sección anima a centrar las vidas en Jesucristo y a ser pacientes, confiando en el momento del Señor.
“A medida que buscamos respuestas, debemos buscar la guía del Espíritu Santo y trabajar para entender el pasado poniendo las cosas en contexto”.
La sección “Ayudar a otros con preguntas” ofrece principios para ayudar a aquellos con preguntas.
“No importa lo que pase, debemos hablar respetuosamente, escuchar con empatía y demostrar amor parecido a Cristo. Así que escucha y responde con amor. Trata de entender, reconocer la experiencia que tienen los demás y evita ser desdeñoso o crítico”, dijo el élder Renlund.
El élder Dale G. Renlund durante su discurso de apertura para la primera Conferencia de Educadores Religiosos en el Edificio Joseph Smith en el Campus de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah. Fotografía: Adam Fondren, Deseret News
Recordó que, aunque tenemos la plenitud del evangelio, no tenemos todas las respuestas.
“Algunas respuestas tendrán que esperar a una nueva revelación”. Advirtió contra inventar razones o explicaciones que el Señor no ha dado. “Es mejor decir que no sabemos que fabricar una razón o explicación. La fe es, después de todo, una elección, y a veces la única respuesta es confiar en la fe en el Señor Jesucristo y en la fe en la Restauración del evangelio, y ser paciente al esperar las respuestas del Señor cuando Él elija revelarlas”.
Nutriente del Evangelio #4: Crear y mantener un corazón sensible
Un tierno corazón es sensible al Espíritu, dijo el élder Renlund.
“Un corazón duro, lo opuesto a un corazón blando, es espiritualmente fatal”. Como médico, explicó que un corazón rígido tiene dificultades para llenarse de sangre, lo que puede conducir a una insuficiencia cardíaca. “De la misma manera que un corazón duro tiene dificultades para llenarse de sangre, un corazón espiritualmente duro tiene dificultades para llenarse con el Espíritu”.
En 2 Nefi 33:2, Nefi explicó cómo las personas que endurecen sus corazones no dejan que el Espíritu transporte las palabras de Dios a sus corazones.
“Pero he aquí, hay muchos que endurecen sus corazones contra el Espíritu Santo, de modo que no tiene cabida en ellos; por tanto, desechan muchas cosas que están escritas y las consideran como nada”.
El rey Benjamín resumió cómo crear y mantener un corazón sensible. Según el élder Renlund,
“las personas deben recordar siempre que la redención viene solo por Jesucristo, que sin Él nuestra situación no tiene esperanza. Eso nos lleva a humillarnos. Eso nos motiva a rezar a diario y a mantenernos firmes en nuestra fe en Jesucristo y Su Expiación. La consecuencia natural es que siempre nos regocijaremos, y nos llenaremos del amor de Dios, y siempre retendremos una remisión de [nuestros] pecados; y … creceremos en el conocimiento de la gloria de Aquel que nos creó [nos]” (Mosías 4:12).
Imagen: LDSliving
Conclusión
El élder Renlund invitó a los maestros a hacer un autoinventario de su enseñanza con las siguientes preguntas:
- “¿Mi enseñanza se centra en Jesucristo?”
- “¿Enseño con testimonio y amor?”
- “¿Desarrollo relaciones de por vida con mis estudiantes?”
- “¿Ayudo a los estudiantes a responder a sus propias preguntas y no los dejo con más preguntas?”
- “¿Demuestro un ejemplo de un corazón sensible expresando gratitud a Dios y manteniéndome firme en la fe?”
- “¿Qué están aprendiendo mis estudiantes de mi ejemplo, así como de mi enseñanza?”
Reflexionar sobre estas preguntas puede ayudar a los maestros a nutrir espiritualmente a sus estudiantes y fortalecer su fe.
Fuente: The Church News
