Frente al paso del intenso Huracán Dorian por el Caribe, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tomó varias acciones de prevención, evacuación y ayuda para los misioneros, miembros y personas necesitadas.
La semana pasada, la Iglesia de Jesucristo emitió la siguiente declaración:
“El huracán Dorian, una tormenta catastrófica, ha afectado partes del Caribe. Se han producido importantes pérdidas de vidas y graves daños a la propiedad, especialmente en las Bahamas.
Podemos confirmar el bienestar de todos nuestros misioneros que sirven en el área de Bahamas. Muchos están ayudando a miembros que se están refugiando en una de nuestras capillas.
El edificio de la Iglesia en Gran Bahama se ha convertido en un refugio y 50 miembros de la Iglesia en este momento se están refugiando allí. Todos los demás miembros de la Iglesia, salvo una familia en Abaco, han sido evacuados o han sido contactados y están a salvo.
Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los que han sido afectados por el huracán. Alentamos a los residentes en el área afectada a escuchar el llamado para obtener una respuesta adecuada después de esta emergencia climática. Para aquellos que no estuvieron en el camino del huracán, sus necesidades siguen siendo grandes para mantener la vida, incluyendo; tiendas de campaña, ropa, suministros médicos, alimentos enlatados, suministros de construcción, agua, kits de higiene, botiquines de primeros auxilios, linternas y lámparas que funcionen con baterías.”
En cualquier país en que la Iglesia esté establecida, sus programas de autosuficiencia y de ayuda humanitaria están preparados para prestar auxilio y refugio a los más necesitados como en este caso a nuestros hermanos en el Caribe.
Fuente: prensamormona.do