Una bendición al alcance de todos. La Clínica Integral de Brigham Young University (BYU) es un centro de salud mental que ofrece servicios de asesoramiento asequibles para parejas, familias y de forma individual.
La clínica, aunque es gratuita para los estudiantes, también ofrece servicios dirigidos principalmente a la comunidad en general.
Este centro ofrece, principalmente, sesiones de psicología clínica, terapia matrimonial y familiar y trabajo social.
Precios menores que un seguro
Todos los estudiantes son supervisados por un profesor autorizado. Imagen: Canva
El supervisor de la clínica, David Fawcett, dijo que si bien la clínica no funciona bajo el sistema de seguro, sigue siendo bastante accesible.
“No aceptamos seguros, pero tenemos una escala móvil y la mayoría de nuestros honorarios son mucho menores que un seguro”.
Fawcett explicó que las tarifas varían entre $0 y $20 por sesión y son tan bajas, gracias a la forma en la que está estructurada la clínica.
“Todos nuestros terapeutas son estudiantes de posgrado que están trabajando para obtener sus títulos y recibir capacitación para convertirse en profesionales autorizados”.
Aclaró que cada alumno se encuentra bajo la dirección de profesionales con experiencia:
“Todos están supervisados por profesores que, por supuesto, también son terapeutas autorizados. De esta manera, podemos brindar servicios de bajo costo a la comunidad”, agregó.
Menor experiencia, pero mayor cuidado
Debido a que el personal se encuentra en etapa de aprendizaje, prestan mayor atención al cuidado de cada paciente. Créditos: Dylan Eubank
Fawcett señaló que si bien estos estudiantes pueden tener menor recorrido, cada caso recibe más atención que los casos en una clínica promedio:
“Tienen menos experiencia, pero están muy entusiasmados y ansiosos por aprender”, dijo Fawcett. “Y trabajan en estrecha colaboración con los supervisores. Por eso, una cosa buena es que, por lo general, más personas supervisan el caso que en cualquier otro lugar, porque consultan a sus pares”.
Anastasia Rozumna, una de las estudiantes de posgrado de la clínica, dijo que la clínica ha sido una gran experiencia de aprendizaje para ella.
“Tenemos mucha práctica y creo que eso es lo que más me gusta de este programa. Y la tasa de personas que obtienen la licencia después de graduarse es muy alta”.
Quinton Hunt, uno de los profesores asistentes de la clínica, dijo que trabajar con los estudiantes ha sido muy gratificante para él:
“Mi parte favorita es trabajar con los estudiantes, porque creo que ayudarlos a aprender cómo cuidar a una variedad de personas, ayudándolos a amarse, aceptarse y cuidarse a sí mismos”.
Más del 80% de pacientes externos
Aunque también está disponibles para los estudiantes, la gran mayoría de pacientes son la comunidad en general. Imagen: Pinterest
La clínica cuenta con unos 85 terapeutas y atiende a cerca de 800 pacientes, dijo Fawcett. Agregó que entre el 15 y el 20 % de los clientes están afiliados a BYU, pero la mayoría son de la comunidad, por lo que las plazas son limitadas.
“Estamos abiertos 13 horas al día. Durante las horas pico, puede haber aglomeración. Así que, sí, me gustaría que pudiéramos ofrecer más, pero hacemos lo que podemos”, destacó Fawcett.
También explicó que cada sesión se graba y los estudiantes tienen la oportunidad de observarla. Además, indicó que estas grabaciones son altamente confidenciales y cuentan con cortafuegos específicos para protegerlas.
Rozumna, por su parte, aseguró que observar estas sesiones le ayuda tanto a ella como a otros estudiantes a aprender:
“Tenemos muchas opciones para observar a otros, terapeutas o estudiantes trabajando, y las salas para eso. Son muy agradables y muy profesionales”.
Los estudiantes han asegurado que, a través de los servicios de la clínica, han desarrollado un mayor amor hacia su prójimo. Imagen: Canva
A su vez, animó a aquellos que quieran asistir pero estén nerviosos a inscribirse y pedir una cita para pasar por la clínica.
“Por supuesto que al principio se ponen nerviosos. Aunque nadie te esté observando, no es fácil acercarse a la persona y decirle todo lo que normalmente no le dices a otras personas”, dijo Rozumna. “Simplemente, da este primer paso y te sentirás mucho mejor”.
Fawcett expresó que espera que la comunidad sepa que la clínica es un recurso disponible para ellos:
“Estamos tratando de hacer correr la voz para que la gente sepa que somos una fuente abierta y que pueden venir. A veces, hay que esperar varias semanas, pero tratamos de que la gente venga lo más rápido posible”.
Los interesados en los servicios de la clínica pueden consultar a información completa en su página web aquí.
Fuente: BYU Universe
