El domingo 2 de octubre, en la región de Negros Occidental, Filipinas, un acto de vandalismo dañó una de las capillas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La noticia causó tristeza entre los miembros locales, quienes consideran este edificio un espacio sagrado de adoración y servicio.
Al conocerse el incidente, vecinos, líderes y miembros de la Iglesia se unieron para limpiar y reparar el lugar. Gracias a su rápida colaboración y al apoyo de las autoridades, los trabajos de restauración comenzaron de inmediato.
A pesar del daño, las reuniones dominicales y las actividades continuarán según lo programado. Los líderes locales destacaron que la fe no se destruye con actos de odio, sino que se fortalece cuando las personas eligen responder con esperanza y perdón.
Los miembros decidieron seguir el ejemplo del Salvador. Recordaron Sus palabras: “Amad a vuestros enemigos y haced bien a los que os aborrecen”. Con ese espíritu, optaron por el camino de la paz.
Para la comunidad, esta prueba se convirtió en una oportunidad para demostrar que la verdadera fortaleza espiritual no depende de los muros, sino de los corazones dispuestos a perdonar.
Aunque el ataque causó tristeza, también inspiró gestos de amor y solidaridad. Lo que pudo ser motivo de división se transformó en una expresión de fe y unión.
Además, líderes regionales expresaron su gratitud por el apoyo recibido y recordaron la importancia de proteger los lugares de culto, sin importar la religión. La respuesta de los vecinos evidenció el respeto mutuo que existe en la zona y el deseo de mantener la armonía entre diferentes comunidades.
Para muchos, este suceso reafirmó el valor de la convivencia pacífica y la necesidad de cuidar los espacios que promueven la fe, la reflexión y el servicio a los demás.
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@masfe.org Este domingo 28 de septiembre, un sujeto armado atentó contra una capilla de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante los servicios dominicales, ocasionando el fallecimiento de al menos 4 miembros de la congregación e incendiando el edificio de la iglesia en el proceso. Pero lo que más impactó en los presentes fue el amor cristiano que los hermanos de la congregación demostraron al proteger con sus cuerpos a las mujeres y niños, recordando y poniendo en práctica las palabras de Jesucristo: “nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” #masfe #sud #michigan ♬ sonido original – Masfe.org
