En muchas universidades del mundo, hablar de religión entre estudiantes se siente como evocar un recuerdo del pasado. Los titulares dicen que los jóvenes están dejando la fe, que los campus se están secularizando, y que la vida espiritual es ahora un terreno casi abandonado por las instituciones educativas.

Pero hay un lugar que desafía esa narrativa.
En Brigham Young University (BYU), la espiritualidad no es una actividad extracurricular. Es una parte esencial de la vida estudiantil. Y no, no se trata solo de clases de religión o un capellán ocasional. Se trata de una comunidad completa organizada, dirigida e inspirada para cuidar el alma de cada estudiante.

265 congregaciones al servicio de los estudiantes
Para entender la magnitud del apoyo espiritual en BYU, basta mirar estos números impresionantes:
- 228 barrios de Jóvenes Adultos Solteros (JAS)
- 37 barrios de Estudiantes Casados
- 22 estacas de (JAS)
- 4 estacas de Estudiantes Casados
En total, hablamos de 265 unidades de la Iglesia formadas específicamente para atender a los estudiantes de BYU y otros jóvenes adultos de Provo y sus alrededores.

¿Sabes qué significa eso? Que mientras muchas universidades tienen un capellán, BYU tiene miles de líderes voluntarios, desde obispos, presidentas de la Sociedad de Socorro y presidencias de estaca, que ayudan personalmente a los jóvenes en sus estudios, su fe, sus relaciones y su bienestar emocional.
Una red de apoyo espiritual sin comparación
Estas congregaciones no solo organizan reuniones dominicales. Son espacios donde los estudiantes encuentran:
- Guía espiritual
- Servicio comunitario
- Actividades sociales con propósito
- Ayuda temporal y emocional
- Oportunidades para enseñar y liderar
- Y, sobre todo, sentido de pertenencia y propósito
La Iglesia calcula que, al menos, hay 746 líderes activos sirviendo en estas congregaciones solo en el área de BYU, y eso sin contar a todos los demás líderes de barrio que también ministran de forma constante y cercana.
¿Y los estudiantes que no son Santos de los Últimos Días?
También tienen su espacio. BYU cuenta con un capellán que trabaja directamente con los alumnos que no pertenecen a la Iglesia, respetando y apoyando su desarrollo espiritual y personal.
Fe en el campus
Mientras algunos titulares aseguran que los jóvenes han perdido el interés en la religión, los datos en BYU cuentan otra historia: la fe sigue viva, organizada y fortalecida. En palabras recientes de un líder de la Iglesia: “Las universidades de los Santos de los Últimos Días no se alejarán de la guía de los profetas”.
En BYU, no estudias a pesar de tu fe. Estudias porque tienes fe, y encuentras en el campus no solo conocimiento académico, sino luz espiritual para cada paso de tu vida.
Fuente: Deseret News