El terrible hecho ocurrido el año pasado en el que cuatro misioneras de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los Últimos Días fueron asaltadas y ultrajadas en su departamento mientras dormían despertó la conmoción de la comunidad de Temuco así como de toda la iglesia y público en general.
El 10 de mayo, el Tribunal de Temuco condenó a cadena perpetua a José Eduardo Aedo Reyes y Marco Segundo Barría Amolef por el delito de robo con violación en contra de las misioneras mormonas.
Tras la sentencia, la Fiscal Magna Gómez señaló que;
“Hoy damos respuesta a estas víctimas que buscaban justicia y buscaban que esto no sucediera a ninguna persona”.
Nuestras oraciones siguen y siempre estarán con aquellas misioneras que sufrieron esta terrible experiencia, así como sus familias y seres queridos. Sabemos que el Señor esta con ellas así como con todos aquellos que trabajan en su obra.
Fuente: Tiempo 21 Araucania