Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, el trono pasa inmediatamente a su heredero, Carlos. Desde el jueves, el príncipe de Gales es el rey Carlos III.
El rey Carlos ha sido reconocido como el segundo heredero británico que más ha esperado para acceder al trono de la historia, debido al largo reinado de su madre.
Rey Carlos III. Imagen: Mural.
Sin embargo, hay otras historias que no son muy conocidas pero que merecen ser contadas como el momento en el que recibió amablemente un ejemplar del Libro de Mormón.
Esta es la historia…
Alex Boyé, destacado músico y miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se encontraba en Londres actuando para una organización benéfica que celebra los logros de los niños del centro de la ciudad llamada “The Prince’s Trust”.
Un día durante la gira, Boyé escuchó una voz frenética gritando desde el pasillo: “¡Rápido, date prisa! El príncipe Carlos quiere conocer a todo el mundo” .
“Pensamos que era una broma”, recuerda Boyé, hasta que vio el helicóptero de la familia real aterrizando en el césped.
Luchando por vestirse, Boyé corrió abajo, ansioso y nervioso por conocer al heredero y posible próximo rey de Inglaterra. Pero, mientras Boyé se paraba en la ceremonia con los miembros de su banda, sintió una necesidad persistente de regresar a su habitación. Incapaz de sacudir la sensación, Boyé le pidió a su banda que guardara su lugar mientras regresaba corriendo arriba.
Boyé miró fijamente su habitación, confundido por la sugerencia. “Fui a mi habitación y me quedé allí mirando a mi alrededor y preguntándome: ‘¿Y ahora?’ Luego vi la copia del Libro de Mormón que me dio el líder misional de mi barrio, explica Boyé. Lo agarré, lo metí en el bolsillo trasero y me apresuré a bajar las escaleras”.
Y con la copia del Libro de Mormón, Boyé se preparó para su audiencia con el entonces príncipe Carlos.
El principe de Gales es ahora el rey Carlos III. Imagen: Ciudadano News.
Mientras el príncipe Carlos caminaba por la línea de personal y celebridades, estrechando la mano e intercambiando bromas, Boyé buscó algo ingenioso o inolvidable que decir, pero su mente se quedó en blanco. El príncipe vino y se fue, dejando a Boyé de pie allí con un libro azul marino que todavía sobresalía de su bolsillo trasero.
Mientras el príncipe Carlos y su equipo se preparaban para abordar el helicóptero, Boyé sabía que no podía dejar pasar este momento.
“A medida que se acercaba al helicóptero para irse, tuve una fuerte impresión de que necesitaba darle al príncipe Carlos el libro en mi bolsillo trasero”.
Pensé: “¿Cómo podría lograr esto?” Ya se había retirado y no se permitía salir de la línea hasta que el príncipe Carlos haya salido. Así que me preguntaba cómo llamar su atención sin ser irrespetuoso”, escribe Boyé.
“Hice lo primero que me vino de forma natural. Agité con las manos en el aire, grité por el príncipe Carlos y me salí de la línea. Lo hice. Había roto tres reglas. Me di cuenta de lo que había hecho y volví a la fila, bajando la cabeza avergonzado”.
“Con la cabeza todavía avergonzada, aparecieron dos pies grandes delante de mí. Miré hacia arriba y para mi sorpresa vi al príncipe Carlos. Reuniendo mi compostura, dije: “En nombre de mi iglesia, me gustaría darte un regalo”.
Boyé buscó el libro en su bolsillo trasero. Con este movimiento, los guardias de seguridad comenzaron a descender. “La seguridad se volvió loca, suponiendo que estaba buscando algo más peligroso”, cuenta Boyé. “Me las arreglé para sacar el libro de mi bolsillo y extender mi mano para dárselo, rompiendo una cuarta regla”.
“[El príncipe Carlos] lo miró, se lo acercó al pecho y me dijo que sería una lectura interesante. ‘Sí, lo hará’, respondí. ‘Tal vez podrías leerlo en el helicóptero de camino a casa’. Me dijo que podría hacer eso. Y luego se fue”.
Ese próximo domingo, cuando Boyé se presentó para informar sobre el desafío de su líder misional, muy pocos miembros le creyeron… hasta que vieron imágenes de él entregando al príncipe Carlos un Libro de Mormón en las noticias más tarde esa noche.
El Libro de Mormón. Imagen: Shutterstock
“¿Quién hubiera pensado que alguien como yo, tratando de promover mi música, estaría a los pies de la realeza en Inglaterra promoviendo mi fe?” Se pregunta Boyé. “El Señor utiliza a la gente común para lograr cosas extraordinarias. Gracias al desafío del líder misional de mi barrio, tuve el valor de defender mi fe y dar un regalo real a la realeza”.
Poco después de que Boyé publicara su relato de dar un Libro de Mormón al príncipe Carlos en 2012, la gente comenzó a escribir para compartir cómo esa historia impactó en sus propias vidas.
“¡Esta historia me trajo una gran sonrisa! Esto demuestra que cuando el espíritu está detrás de nosotros, ¿qué necesidad tememos? Si algo es la voluntad del Padre, entonces se puede lograr: reyes, presidentes o dictadores. La clave es la humildad y la dignidad que Alex debe haber tenido para que todo esto haya sucedido”, dijo Christmas Carole.
“Tu historia sobre regalar un Libro de Mormón fue tan inspiradora para mí que me he comprometido a llevar uno conmigo en mi bolso todo el tiempo para poder estar preparado cuando surja la oportunidad”, dijo Geri Gibbs. “Gracias por tu valentía. ¡Y, gracias a tu líder misional cuyo desafío puede dar la vuelta al mundo!”
Fuente: LDSliving
