En medio del desierto de Gobi, en Mongolia, cientos de estudiantes están descubriendo un futuro diferente gracias a un recurso que para muchos de nosotros parece común: una computadora portátil.

El 15 de septiembre de 2025, autoridades locales, directores de escuela y líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días participaron en una ceremonia especial en la ciudad de Sainshand. Allí se entregaron cientos de Chromebooks adquiridos con las donaciones de miembros de la Iglesia en todo el mundo.

Una amistad que abrió puertas

Una maestra lleva una pila de computadoras portátiles para usar en su escuela al final de la ceremonia de donación en Sainshand, Mongolia, ubicada en el desierto de Gobi. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El proyecto comenzó con una conversación entre el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y Batbayar Ulziidelger, embajador de Mongolia en Estados Unidos. De esa amistad nació la idea de cómo llevar tecnología a los rincones más alejados del país para que los jóvenes puedan aprender mejor.

En Mongolia, los estudiantes de las grandes ciudades ya tenían acceso a recursos para estudiar inglés e informática, pero en las zonas rurales las oportunidades eran muy limitadas. Con la llegada de estos equipos, cada escuela recibe nuevas herramientas que se convierten en ventanas abiertas al mundo.

Más que laptops, una inversión en el futuro

Gracias a donaciones de La Iglesia de Jesucristo, más de 100,000 estudiantes en Mongolia acceden por primera vez a computadoras. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Para algunos directores de escuela, los Chromebooks son la primera sala digital que tendrán sus alumnos. Jóvenes que antes no podían practicar computación ahora podrán aprender matemáticas, inglés, programación e incluso animación.

Un estudiante lo expresó con esperanza: 

“Sueño con estudiar ciencias de la computación. El año pasado no podía avanzar porque no teníamos maestro ni computadoras. Con este equipo, prometo esforzarme al máximo.”

Cuando un niño descubre que puede soñar más allá de sus limitaciones, toda una generación se fortalece.

Donaciones que siguen el ejemplo de Cristo

Portátiles Chromebook en exhibición durante la ceremonia de donación en Sainshand, Mongolia, en el desierto de Gobi. El lunes 15 de septiembre de 2025, Deseret International Charities donó casi 240 portátiles a escuelas de la provincia de Dornogovi. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Lo más inspirador es lo que hay detrás de cada entrega: la fe de miles de miembros de la Iglesia en todo el mundo que ofrendan con sacrificio. Como dijo una líder local de la Iglesia en Mongolia: 

“Jesucristo nos enseñó a cuidar de los demás. Este proyecto es una manera de mostrar Su amor al pueblo mongol.”

Cada Chromebook no es solo un aparato, es un recordatorio de que el evangelio impulsa a servir y a abrir oportunidades.

Preparando a los líderes de mañana

Los escolares de la remota ciudad de Sainshand, Mongolia, ubicada en el desierto de Gobi, actúan para líderes gubernamentales, maestros y administradores escolares. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Un alcalde local lo resumió así: 

“Hemos tenido pocas oportunidades de acercarnos a la era digital. Esta ayuda cambia nuestro presente y el futuro de nuestros niños.”

Los jóvenes de hoy, que reciben estas herramientas con gratitud, serán los ciudadanos y líderes de Mongolia en unos años. Y gracias a la generosidad de los Santos de los Últimos Días, tendrán más posibilidades de hacerlo con educación y conocimiento.

La obra humanitaria de la Iglesia nos recuerda que cuando compartimos lo que tenemos, Cristo multiplica los frutos. Lo que empezó como una donación en Mongolia es, en realidad, una semilla de esperanza que crecerá en la vida de más de 100,000 estudiantes.

Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org 

Video relacionado

También te puede interesar