El jueves 14 de julio, ocurrió algo inesperado en una conferencia PFJ en los Estados Unidos. Los jóvenes, sus consejeros y otros líderes participantes del PFJ, recibieron la grata visita del élder Uchtdorf.
Este acontecimiento se dio en la Universidad Estatal de Weber en Ogden, Utah.
El apóstol compartió unas horas con los jóvenes para escuchar sobre sus experiencias y expresar algunas palabras de aliento con ellos.
A esta sorpresiva visita se unieron la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, y el hermano Ahmad Corbitt, primer consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes.
Visita sorpresa
Después de conversar con algunos de los jóvenes, el élder Uchtdorf habló sobre el sentimiento especial que le transmiten los jóvenes de todo el mundo.
“Es un entusiasmo por el evangelio de Jesucristo. Es una emoción mutua. Es un amor por la Iglesia, por pertenecer a una organización que realmente construye el carácter, construye amistades y te hace una mejor persona para este mundo en el que vivimos”, dijo.
La visita del élder Uchtdorf no se anunció, por lo que su llegada a la conferencia tomó a los jóvenes por sorpresa.
Al llegar mientras los casi 400 jóvenes asistentes almorzaban, pudo hablar con muchos jóvenes sin interrumpir sus clases y otras actividades.
Del PFJ a misioneros de tiempo completo
Al dirigirse a los asistentes del PFJ, el élder Uchtdorf habló sobre lo que veía en el futuro de este grupo de jóvenes.
“Cuando los miro, veo futuros misioneros”, dijo el élder Uchtdorf.
Compartió con los jóvenes que había pasado parte de la mañana asignando misiones en todo el mundo.
“Prepárense para esto. No pongan nada entre ustedes y un servicio tan maravilloso”, dijo el apóstol refiriéndose a servir en una misión.
El élder Uchtdorf dijo que el PFJ puede desempeñar un papel importante en la trayectoria espiritual de los hombres y las mujeres jóvenes que participan de él.
Sin embargo, aconsejó que los jóvenes deberían continuar haciendo las cosas que aprendieron durante la semana del PFJ. Asimismo, aconsejó que deberían recordar los sentimientos que tuvieron gracias al Espíritu Santo cuando regreseran a casa.
“Doy mi bendición a cada uno de ustedes para que nunca olviden este tiempo aquí y los sentimientos que tuvieron aquí. Ustedes son la fortaleza de la Iglesia y su fuerza es Jesucristo. Confíen en Él; ¡SÍGANLO!
La cabeza de esta Iglesia es Jesucristo. Lo conozco. Él es real. Él los ama y yo los amo”, dijo.
Fuente: Church News