El 6 de marzo, durante su visita de nueve días a Brasil, el élder Neil L. Andersen hizo una parada de 24 horas en Brasilia.
En dicha parada, el apóstol visitó la Casa del Señor que pronto se dedicará y el Palacio de Planalto, lugar donde trabaja el presidente de Brasil.
Junto a su esposa, la hermana Kathy Andersen; el élder Joni L. Koch, Setenta Autoridad General y primer consejero de la presidencia del Área Brasil; su esposa, la hermana Michele Koch; y Nei García, director de asuntos públicos del área, se reunieron con la primera dama de Brasil, Rosângela Lula da Silva.
En esta visita de media hora, el élder Andersen aprovechó la oportunidad para obsequiar a la primera dama de Brasil, Rosângela Lula da Silva, un Libro de Mormón.
El apóstol le dijo a la primera dama que, además de la Biblia, los Santos de los Últimos Días leen el Libro de Mormón.
“Ella preguntó: ‘¿Así que creen en la Biblia y en este libro sagrado?’”, relató el Apóstol.
Explicó que, la primera dama siguió el ejemplo del presidente Russell M. Nelson de abrir el libro en 3 Nefi y leyó algunos versículos sobre la visita de Cristo a la gente en el occidente.
Ella tomó el libro y comenzó a leer el capítulo para sí misma.
Por otro lado, el apóstol ofreció una donación de la Iglesia para los niños más necesitados del país.
La hermana Koch dijo que la primera dama de Brasil estaba muy agradecida por la donación. Asimismo, expresó que la mayoría de las personas acuden al gobierno federal en busca de ayuda en lugar de ofrecerla.
La hermana Andersen señaló que el proyecto para mejorar la alimentación de los niños de Brasil es un esfuerzo para seguir el ejemplo del Salvador de cuidar a los niños.
“Su iniciativa de alimentar a los niños hambrientos y cuidar de los niños necesitados, es un hermoso ejemplo de las enseñanzas del Salvador”, expresó la primera dama.
Finalmente, el élder Andersen invitó a la primera dama a un recorrido especial durante la jornada de puertas abiertas del Templo de Brasilia, el cual se dedicará el 17 de septiembre.
La primera dama Lula da Silva contó que cuando era niña viajaba desde su casa en Curitiba a São Paulo para visitar a sus abuelos. Sabía que había llegado al lugar correcto cuando veía el Templo de São Paulo, Brasil.
“Ella dijo: ‘Siempre vi el exterior del Templo de São Paulo, pero nunca visité su interior”, dijo el élder Andersen, que rápidamente respondió: “Bueno, esta es su oportunidad, no solo para tener un recuerdo maravilloso del exterior de un templo, sino también para tener un recuerdo espiritual del interior de un templo y lo que sentirá allí”.
“Dijimos que los Koch o nosotros mismos vendríamos y la ayudaríamos a tener una visita privada, e inmediatamente le dijo a su asistente: ‘Asegúrate de poner esto en mi agenda'”.
El élder Koch agregó:
“Ella mencionó varias veces: ‘Sé que me voy a sentir emocionada en el templo’”.
Fuente: Church News