El élder Quentin L. Cook ofreció oraciones y bendiciones para todos los habitantes Filipinas, en especial por los afectados del Volcán Taal, que arroja una gran columna de ceniza, vapor y rocas de hasta 14 kilómetros en el cielo y generando serias amenazas a los residentes.
“Estamos preocupados por todos los afectados y esperamos poder contribuir a todo lo que sea necesario para bendecir a todas las religiones”, expresó el élder Cook, esta tarde durante una reunión con destacados líderes interreligiosos del área de Manila en la Oficina del Área de Filipinas.
El élder Cook llegó el sábado con su esposa para pasar una semana ministrando a miembros y líderes de la Iglesia, y para reunirse con los principales líderes religiosos, miembros de los medios de comunicación, funcionarios gubernamentales y socios humanitarios.
Su participación programada en las donaciones de ayuda humanitaria Light the World de hoy en Filipinas se ha pospuesto.
Evacuación de los miembros y misioneros
Los miembros de la iglesia en el área metropolitana de Manila, en las ciudades de Lipa, Tanauan, Balayan y Agoncillo, se están reuniendo en los centros de reuniones locales (capillas) durante la erupción.
Todos los misioneros en el área afectada están a salvo y han sido reubicados o se están quedando en sus hogares.
Los funcionarios del gobierno emitieron una alerta de nivel 4 (5 es el nivel más alto), lo que significa que las cenizas volcánicas moderadas amenazan a Manila, la capital de la nación que tiene una población de 21 millones.
Debido al desastre, las citas del lunes del élder Cook fueron pospuestas.
La bendición especial del élder Cook para los filipinos
Hablando el domingo por la noche en un devocional para miembros en el área de Mandaluyong, el élder Cook elogió la resistencia de los filipinos ante los frecuentes desastres.
“Sé que hay muchas pruebas y dificultades”, dijo. “Los filipinos siempre se han enfrentado a ellos de una manera tan gloriosa. Estuve aquí no mucho después de que el Monte Pinatubo [1991] explotara y casi un millón de personas tuvieran que abandonar sus hogares. Pero los filipinos, incluso cuando suceden cosas malas, se reúnen, se levantan el ánimo y sonríen y siguen adelante”.
El élder Cook los bendijo “con la seguridad de la expiación del Salvador, que da paz independientemente de lo que enfrentemos”.
Fuente: The Church News