Después de que la situación en el mundo por el COVID-19 vuelva a ser “normal”, el élder Jeffrey R. Holland dijo que hay una lección que tendrá muy presente: tomarse un tiempo para la reflexión personal.
Recientemente, él élder Holland se reunió por videoconferencia con el rabino Alon Goshen-Gottstein, director del Instituto Interfah Elijah en Jerusalén. El apóstol habló sobre el uso del tiempo durante el distanciamiento social para mirar dentro de uno mismo, hacer cambios y mejorar.
El apóstol de la Iglesia de Jesucristo es uno de los muchos líderes religiosos de todo el mundo que aparecen en la iniciativa “Coronaspection” del Elijah Interfaith Institute, que tienen como objetivo compartir luz y esperanza a través de la introspección durante la pandemia de COVID-19.
Debido a los viajes y reuniones canceladas por la situación actual, el élder Holland ha tenido horas adicionales para pasar en oración, estudio de las Escrituras y meditación.
El élder Holland explicó que no ha tenido tanto tiempo para sí mismo desde antes de ser presidente de la Universidad Brigham Young, hace más de cuatro décadas.
Cosas que nos gustaría hacer mejor
“Veo cosas que me gustaría hacer mejor”, dijo el élder Holland, señalando que su preocupación general por los demás ha sido “personalizada” a través de la crisis de COVID-19.
Ahora, él tiene “una determinación” de regresar a su servicio con “un poco más de simpatía y empatía, un poco más de comprensión y sentimientos por los que están en esa congregación”.
“He visto más de su individualidad y valor. Los he visto por quienes son. Los he visto como hijos de Dios”, dijo el élder Holland, usando a su vecino de 90 años y al niño en la calle por la ventana como ejemplos. “Siempre lo hice, pero ahora es un poco diferente con una amenaza en el aire que ni siquiera podemos ver”.
El coronavirus no es el juicio de Dios sobre sus hijos
El élder Holland dijo que estos momentos dolorosos y angustiantes por el coronavirus no representan el juicio de Dios sobre sus hijos. Pero es un refuerzo que “somos parte de la familia de Dios” y Él quiere que sus hijos se vuelvan a Él.
Cuando el élder Holland vuelva a estar frente a una congregación, él tendrá una “visión mucho más personal”.
“Esas no son solo personas sin nombre, sin rostro. Esas son personas individuales con necesidades y esperanzas individuales, con sueños, alegrías y decepciones”, dijo el élder Holland. “Lo sé intelectualmente. Siempre lo he sabido y he tratado de tratar a las personas de esa manera. Pero este tipo de evento me ha subrayado esa individualidad. Creo que soy un poco más sensible a lo que son esos dolores de cabeza”.
La fe como antídoto antes el miedo y la ansiedad
Hablando sobre el miedo y la ansiedad durante tiempos de pandemia, el élder Holland dijo que su fe lo había mantenido firme, pero que sentía preocupación por los demás.
“Eso es la mayor parte de lo que hablamos en nuestras reuniones”, dijo con respecto a la reunión con otros líderes de alto rango de la Iglesia.
Y sus hermanos apóstoles no actúan por miedo, agregó. “No ves ningún frenesí en la reunión. No ves a nadie retorciéndose las manos o huyendo desesperado”.
“Estamos sentados en un consejo tratando de hacer lo mejor que podemos para las personas que necesitan ser bendecidas, que necesitan estar seguras y para quienes queremos hacer lo mejor que podamos”.
Cuando el élder Holland se reúna de nuevo con sus compañeros miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles, “anticipo un intercambio rico, poderoso y simbiótico de este tipo de lecciones”, dijo.
Al concluir la entrevista, el rabino y el élder Holland oraron juntos. El élder Holland le pidió al Señor “optimismo de origen divino” y esperanza para aquellos que están angustiados. Él abogó por la “hermandad, unión y paz en el mundo”.
Mira aquí la entrevista en inglés al élder Holland por Elijah Interfaith Institute.
Fuente: The Church News