¿Alguna vez escuchaste un mensaje que sientes que fue preparado para ti? Eso fue lo que sintieron muchos jóvenes adultos argentinos cuando el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se dirigió a ellos con ternura y “de corazón a corazón” en un devocional.
Aquel evento se realizó el 11 de noviembre de este año. Durante el programa, varias autoridades generales pronunciaron mensajes poderosos.
Uno de ellos fue el élder Renlund, quien sorprendió con un mensaje en español y una invitación a caminar hacia Cristo nunca antes escuchada.
“Él vive”: El testimonio de un apóstol

Cuando un apóstol testifica de Cristo, sus palabras se convierten en una declaración del Espíritu que puede tocar incluso a corazones alejados de la fe. Ese poder se sintió con las palabras del élder Renlund:
“Soy un testigo especial ordenado en el nombre de Jesucristo… Testifico de Su majestad, Su misión, Su expiación y Su resurrección. Yo sé, absolutamente sé, que Él vive”, expresó élder Renlund.
El élder Renlund también compartió una enseñanza del profeta José Smith: “Los principios fundamentales de la religión se centran en Jesucristo… todo lo demás es solo un apéndice de esa verdad.” Sobre esa verdad, se basa su propio testimonio.
El profeta Nefi refuerza aún más este testimonio con una de sus enseñanzas:
“Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo…”
El élder Renlund también testificó que Jesús puede dirigir tanto Su Iglesia como nuestra historia personal. Solo hay que dejarlo entrar en nuestra vida.
Aceptar la guía del profeta

Otro de los puntos que enseñó el élder Renlund fue sobre aceptar las revelaciones del profeta.
¿Alguna vez te incomodó el consejo de un profeta? ¿Quizás una nueva instrucción te resultó confusa? Suele pasar y el élder Renlund no se suavizó sobre este tema. Él enseñó que aceptar la revelación moderna requiere fe.
Para esto explicó lo que sintió cuando la Primera Presidencia se reorganizó tras el fallecimiento del presidente Russell M. Nelson.
“En ese momento, todos sentimos con certeza que estábamos haciendo la voluntad del Señor…”, recordó el élder Renlund.
Para ayudar a los jóvenes a aumentar su confianza en la guía profética, los invitó a buscar un testimonio de la realidad del llamado de los profetas vivientes.
Este fue su mensaje más personal:
“El presidente de la Iglesia siempre nos dirigirá hacia el Salvador”.
Su invitación final: Ser pioneros del segundo siglo

Tal vez al oír “pioneros” pienses en carros de mano e historias de la fe heroica de santos en medio del frío y el hambre. Pero el élder Renlund lanzó un desafío inesperado:
“Los pioneros del primer siglo tomaron una pequeña semilla y la convirtieron en un árbol fuerte. Los pioneros del segundo siglo deben ayudar a que ese árbol se transforme en un bosque grande… Ustedes son esos pioneros.”
Esta invitación no te requerirá caminar mil kilómetros ni cruzar por lagos congelados, pero sí necesitarás cruzar tus propios desiertos espirituales para ayudar en el crecimiento de la obra de Dios.
Si aceptamos esa invitación y nos convertimos en los pioneros del segundo siglo, el Señor, mediante el élder Renlund, nos extiende una promesa profundamente personal:
“El [Señor] nos usará para hacer cosas extraordinarias. Ustedes son los pioneros del segundo siglo. Caminen con fe y conviértanse en instrumentos de Su obra.
Fuente: ChurchNews



