En Buenos Aires, jóvenes profesionales de diez países sudamericanos se reunieron para participar del Seminario Sudamericano 2025, un espacio que invita a pensar cómo la fe puede influir en el servicio público, la educación y el liderazgo comunitario.
En medio de su visita ministerial por la región, el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió un mensaje centrado en vivir con integridad y ser luz en el entorno.
“El mundo actual necesita integridad, empatía y claridad moral”, enseñó.
Para él, estas cualidades crecen cuando el discipulado es profundo, y eso se refleja en cada área de la vida, no solo en lo religioso.
Un siglo desde la oración que abrió camino
Este año se cumple un hito histórico. Han pasado cien años desde que el élder Melvin J. Ballard llegó a Argentina y dedicó la predicación del evangelio en Sudamérica el 25 de diciembre de 1925. Esa oración pidió bendiciones para las autoridades y para cada nación del continente, con el deseo de que la paz se fortaleciera.
Ballard predijo que la obra crecería “como una encina que surge de una bellota”, lenta pero firme, hasta que “miles llegarían a la Iglesia en Sudamérica”. Hoy, ese crecimiento es parte del legado que inspira a una nueva generación.
Durante su presentación, el élder Soares sostuvo una bellota para recordar esa imagen. Explicó que la misma inspiración que movió a Ballard continúa tocando corazones y llamando a enseñar, liderar, servir y construir hogares centrados en Cristo.
Jóvenes que buscan marcar la diferencia
Participantes de distintos países compartieron cómo este mensaje renueva su compromiso. Para Romanna Remor, presidenta de la Fundación Roble del Sur, escuchar la visión espiritual de hace un siglo motiva a servir con alegría y valentía.
“Predicar el evangelio también es participar en la comunidad”
Comentó otro asistente, recordando que el servicio es una forma silenciosa pero poderosa de compartir a Cristo.
Espiritualidad, diálogo y responsabilidad
El seminario incluyó presentaciones de historiadores y líderes que repasaron el desarrollo de la Iglesia en el continente y su relación con los gobiernos locales.
Clara Schettini, investigadora, destacó que respetar las leyes y trabajar con las autoridades ha permitido abrir más puertas para acercar personas a Cristo.
Otros temas trataron la libertad religiosa, las políticas públicas y el rol de los jóvenes en estos espacios. El élder Soares señaló que una mente guiada por la fe puede influir positivamente en el mundo, especialmente cuando promueve puentes con otras creencias.
Plantar semillas para la próxima década
El mensaje final del Apóstol fue directo:
“No solo somos testigos del cumplimiento de una profecía, somos parte de su desarrollo”, dijo.
Invitó a los jóvenes a tener la valentía de actuar, servir y creer en los milagros actuales.
Según él, la próxima década puede ser un tiempo en que Sudamérica lidere con ejemplo, mostrando cómo la fe y el conocimiento pueden convivir y fortalecerse mutuamente. El llamado de esta generación es seguir lo que Ballard inició, el objetivo de mirar más allá del presente y sembrar lo que perdure.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
