Un encuentro de paz y reconciliación en tiempos de división.
Ese fue el resultado de la reunión entre el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y el senador francés Stéphane Demilly en París, en la que también participó el élder James W. McConkie III, de la Presidencia del Área Europa Central.
Mientras recorrieron el edificio del senado francés, lograron discutir una diversidad de temas, como la labor social de la Iglesia, destacó el élder Soares:
“Tuvimos una reunión maravillosa con [el senador Demilly]. Está muy interesado en las iniciativas humanitarias que tenemos en todo el mundo.
Hablamos sobre la importancia de la religión para establecer una buena comunicación entre las personas, ser pacificadores y crear una sociedad en la que todos puedan participar”.
Actitud positiva hacia la Iglesia
Antes, el élder Soares estuvo en Valencia. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Esta no fue la primera experiencia del senador Demilly con los Santos de los Últimos Días, ya que, en el 2022, visitó la Sede de la Iglesia y asistió a un ensayo del Coro del Tabernáculo en la Manzana del Templo.
Allí también tuvo la oportunidad de visitar las Oficinas de Bienestar, la Biblioteca de Historia Familiar y conversar con el obispo presidente Gérald Caussé, oriundo de Burdeos.
En ese sentido, el senador Demilly tiene una relación estrecha con los estudiantes y profesores de Brigham Young University (BYU), quienes lo ayudaron a traducir uno de sus libros al inglés.
“Cuando los estudiantes de BYU vienen a París, me llaman… y estoy muy feliz de darles la bienvenida. Creo que volveré a Salt Lake City en unos meses, porque me sentí muy feliz de estar allí.
Mientras hablaba con el Sr. Soares, recordé la organización y la amabilidad de la gente que conocí en Salt Lake City”.
Refiriéndose al senador, el élder Soares resaltó: “Él tiene una actitud muy positiva hacia la Iglesia. Conoce la Iglesia. Ha estado en BYU y quiere continuar con esta relación”.
Además, conversaron sobre cómo las religiones, los seguidores de Cristo y las familias tienen un papel importante que desempeñar para restablecer el respeto y el entendimiento mutuo en la sociedad.
Mensaje de aliento a los misioneros
Personalmente, agradeció a cada misionero. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Más tarde, el élder Soares y su esposa, Rosana, así como el élder McConkie y su esposa, Laurel, se reunieron con las Misiones Francia-París y Francia-Lyon. El tema principal que el élder Soares compartió fue elegir el gozo.
“Mis queridos élderes y hermanas, les testifico que han sido llamados a ayudar a las personas a encontrar gozo en la vida, porque el evangelio de Jesucristo significa gozo”.
“Desarrollen la resiliencia espiritual necesaria para la vida a través de la alegría, porque cuando tienen alegría, tienen al Salvador”, continuó. “Y cuando tienen al Salvador, son capaces de afrontar cualquier cosa, incluso los desafíos más difíciles de la vida”.
Finalmente, el domingo 10 de noviembre, los Soares y los McConkies pasaron una velada con jóvenes adultos que viven en París, donde respondieron a sus preguntas y les recordaron su importancia en la Iglesia y en sus comunidades.
“Ustedes son hijos preciosos del Padre Celestial y queremos reforzar eso en sus corazones. Él espera que ustedes se conviertan en la luz del mundo. El mundo los necesita más de lo que se imaginan”.
Cientos de jóvenes escucharon en persona al apóstol. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Una conmovedora reflexión para Shannon Mura, una joven adulta que vive en París, quien estuvo presente esa noche y estaba emocionada de ver a cientos de jóvenes adultos reunidos para escuchar a un apóstol del Señor.
“Creo que es muy importante que, como adultos jóvenes, sepamos que si ponemos a Cristo en primer lugar, seremos bendecidos y encontraremos orientación en nuestras vidas. Creo que saber que Cristo camina con nosotros pase lo que pase es un mensaje de esperanza que todos necesitan escuchar”, culminó Mura.
Fue una jornada de ministración memorable para los Santos de los Últimos Días en Francia y para reforzar los lazos de unión y amistad de la Iglesia de Jesucristo con el mundo.
Fuente: Church Newsroom
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