La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha publicado la siguiente declaración:
“A la luz del coronavirus y la creciente dificultad de realizar el trabajo misional en Hong Kong y Macao, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está transfiriendo a 113 misioneros fuera de la Misión China, Hong Kong en los próximos días.
Estos misioneros serán reasignados temporalmente a otras misiones o, si se acercaban a su fecha de finalización de misión, regresarán a casa y serán relevados honorablemente. Doce misioneros adicionales que son de Hong Kong regresarán a sus hogares y serán relevados del servicio hasta que la situación se haya estabilizado.
Antes de ser reasignados, por precaución, la mayoría de los misioneros regresarán a sus hogares y seguirán las pautas de la Organización Mundial de la Salud, incluido el autoaislamiento durante 14 días.
Cuando sea necesario, se someterán a una cuarentena ordenada por el gobierno en una instalación gubernamental basada en las pautas establecidas por sus países de origen.
Las familias están recibiendo instrucciones sobre cómo llevar esto a cabo. Después de los 14 días, si los misioneros continúan sin mostrar signos de coronavirus, partirán para sus nuevas asignaciones temporales.
Es importante tener en cuenta que durante varios días antes de salir de Hong Kong, todos los misioneros han seguido rigurosamente las prácticas preventivas de salud para evitar enfermedades, como permanecer en sus apartamentos tanto como sea posible, no dedicarse a la enseñanza, usar máscaras y lavarse las manos con frecuencia.
Por lo tanto, la probabilidad de que alguno de estos misioneros haya contraído el coronavirus es muy baja. Además, se requiere que cada misionero no muestre síntomas antes de salir de Hong Kong.
La Iglesia tiene la responsabilidad especial de cuidar a nuestros misioneros que sirven como voluntarios, pero también estamos trabajando para apoyar a miembros, empleados y otro personal de la Iglesia en Hong Kong y otras áreas donde el coronavirus es una preocupación.
Oramos sinceramente por todos los que están lidiando con este virus, así como por aquellos que viven en lugares donde está afectando su vida diaria. La Iglesia continuará siguiendo de cerca los desarrollos y hará más ajustes según sea necesario.”
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org