“Creo que el evangelio de Jesucristo es la guía práctica de nuestro Padre Celestial para una vida feliz”, dijo la hermana Joy D. Jones, Presidenta General de la Primaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La hermana Jones habló en un devocional en el campus de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah, durante la Semana de Educación BYU el martes 21 de agosto de 2018.
Cuidémonos de las tentaciones
“El mundo está lleno de tentaciones con el único propósito de alentarnos a actuar según nuestro albedrío dado por Dios”, dijo la hermana Jones a miles de asistentes reunidos en el Marriott Center para el evento anual.
“Una tentación puede venir de tal forma que puede llevarnos a la duda, el miedo, la ira y, en última instancia, la pérdida del Espíritu, o no dejarnos llevar por la tentación, podremos obtener felicidad y las bendiciones como estímulo para hacer el bien”, explicó.
“Los incentivos, tanto positivos como negativos, son reales, y es lo que elegimos hacer con ellos lo que marcará la diferencia en nuestra vida diaria”, dijo la hermana Jones, que supervisa la organización de la Primaria con más de 1 millón niños en todo el mundo. “Los incentivos son la ronda de práctica para cuando llegan las grandes adversidades”.
Las constantes trampas
Ella continuó, “En el mundo de hoy, somos constantemente bombardeados. Las empresas pagan miles de millones de dólares cada año para atraernos. Los incentivos vienen en forma de vallas publicitarias, anuncios de televisión y anuncios en nuestros dispositivos de Internet. También experimentamos muchas tentaciones personales”.
La hermana Jones compartió la historia de cuando fue detenida por un oficial de policía por exceso de velocidad en su camino hacia el templo. “Caí en la trampa de la velocidad y fui culpable”, dijo. “Mi corazón se entristeció. Inicialmente, quería darme la vuelta e irme a casa, pero cambié de opinión después de orar para perdón”.
“He aprendido a través de esta experiencia y muchas otras que esta vida está perfectamente diseñada para brindarnos todas las oportunidades que necesitamos para desarrollar ‘músculos espirituales’ y, a través de la paciencia y la dependencia de nuestro Salvador, llegar a ser como nuestro Padre Celestial”, enseñó Hermana Jones.
“El Espíritu Santo es nuestra mejor protección”, dijo. “Cuando seguimos Sus enseñanzas, somos felices; cuando no lo hacemos, cosechamos tristeza”.
Para ver el mensaje de Sister Jones, visite byutv.org
Fuente: Newsroom