Fallece líder de icónica banda de Santos de los Últimos Días comparada con los Beatles

The Osmonds, Wayne Osmond

Inmortalizado como el líder y fundador de la exitosa banda de hermanos The Osmonds, Wayne Osmond perdió la vida a los 73 años el pasado 2 de enero de 2025.

Con más de 77 millones de discos vendidos en la década de los 70, este grupo musical familiar también llamó la atención del mundo por declarar abiertamente su afiliación a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Wayne trajo mucha luz, risas y amor a todos los que lo conocieron. Aunque estemos separados en esta vida mortal, sé que por la gracia y la resurrección de nuestro Salvador, Jesucristo, tendremos la oportunidad de estar con Wayne por la eternidad”.

Ese fue el sentido mensaje en redes sociales que escribió su hermano menor Donny, quien consiguió un furor aun mayor como solista tras la separación de la banda. 

Wayne fue el cantante, guitarrista y compositor de los mayores éxitos del grupo, incluidos “Crazy horses”, “Goin’ home” y “Let me in”.

Donny y su hermano Merrill comunicaron que la causa de la muerte fue un derrame cerebral en un hospital de Salt Lake City.

Inicios en el coro del barrio

The Osmonds

La familia Osmond nunca ocultó sus valores religiosos. Imagen: First for Women

Nacido en agosto de 1951 en el estado de Utah, Wayne era el cuarto mayor de 9 hermanos y se crio en un devoto hogar Santo de los Últimos Días. Al grado que, de acuerdo con un artículo de Deseret News, su primera presentación musical fue en su barrio en Ogden, interpretando el himno “Oh Dear Lord in Heaven”.

Fue así como inició su vocación por construir una carrera musical, formando un cuarteto vocal con sus hermanos Alan, Merrill y Jay, los mayores del clan.

Su admirable talento a tan corta edad les permitió, en 1961, ser artistas habituales en Disneylandia, donde serían “descubiertos” por un reclutador de jóvenes estrellas para llevar su grupo musical hasta los medios de comunicación masivos.  

Hicieron su debut televisivo un año después en The Andy Williams Show, cuyo conductor los apadrinó en su carrera y los invitó regularmente, incluso en los exitosos especiales navideños.

Poco después, en 1963, el hermano menor, Donny, se unió a la agrupación y comenzaron a ampliar su repertorio para incluir canciones pop

Aunque sus primeros singles fracasaron, gracias al auge de The Jackson 5, que demostró que el “pop familiar” podía ser un éxito comercial rotundo, consiguieron el apoyo de la poderosa discográfica MGM Records.

Una Beatlemanía ‘mormona’

The Osmonds

The Osmonds causaron furor entre el público adolescente. Imagen: IMDb

De esta manera, su canción “One bad apple”, escrita originalmente para los Jackson, lideró la lista de sencillos de Estados Unidos durante 5 semanas en 1971 y consolidó a la banda entre los primeros lugares de los rankings, una década después de su debut profesional.

Sus canciones generaron un furor tan impresionante que, durante un tiempo, los hermanos Osmond fueron comparados con los Beatles, que ya se habían separado. Una ‘Beatlemanía’ estadounidense y ‘mormona’, como los calificaban los medios por su confesión religiosa.

Un ejemplo de la “Osmond-manía” fue cuando la banda llegó al aeropuerto de Heathrow en 1973 y 10 mil fans adolescentes invadieron la zona para verlos llegar. Un episodio similar ocurrió cuando dejaron la isla: cientos de fanáticos se tiraron encima de su limusina.

Y, tal como los Beatles, también tuvieron su tira televisiva de dibujos animados.

Fe ante la adversidad

The Osmonds

The Osmonds, en el 2008, con el Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

A mediados de los años 70, tras haber conseguido un hit tras otro y vender millones de discos, las ventas de The Osmonds comenzaron a decaer. 

Al mismo tiempo, a Donny y Marie Osmond se les ofreció su propio programa de televisión, que se convirtió en un gran éxito en los Estados Unidos y fue transmitido por BBC One en el Reino Unido, lo que aceleró la disolución de la banda en 1980, generando difíciles deudas económicas.

Sin embargo, a lo largo de su vida, incluidos los fuertes reveses financieros de la banda, Wayne Osmond se aferró a su fe como fiel Santo de los Últimos Días.

The Osmonds

La fama no permitió que Wayne olvide sus principios. Imagen: The Guardian

Por ejemplo, cuando perdieron millones de dólares y se vieron obligados a regresar a las ferias regionales y a los retiros corporativos para ayudar a pagar sus deudas, Wayne declaró:

“En realidad, [la disolución de la banda] me hizo amar más a mi Padre Celestial, porque me hizo darme cuenta de que el dinero no hace nada; no significa nada”.

Así, Wayne Osmond se caracterizó por mantener sus valores, inspirado por su fe, dentro y fuera del escenario.

Mientras muchos artistas que lograron la cumbre del éxito y luego tuvieron una crisis recurrieron al alcohol, las drogas o el despilfarro, él tenía otro camino: Jesucristo.

“Somos Santos de los Últimos Días y nos regimos por un código ético y moral muy estricto… No es algo que se nos imponga. 

 

“Pero cuando tienes ciertos valores que realmente te gustan y te gusta ser parte de esa organización, entonces te corresponde vivir de acuerdo con esos estándares”.

Felicidad en Cristo y su familia

Wayne Osmond; The Osmonds

Wayne confesó que, por encima de la fama o el éxito, lo mejor en su vida ha sido su familia. Imagen: Wayne Osmond – Celebration of Life, Facebook

Los problemas de salud que lo aquejaron a lo largo de su vida tampoco desestabilizaron su fe. Cuando era niño le diagnosticaron un tumor cerebral que le provocó problemas cognitivos. En 1994, notó que su condición estaba empeorando:

“Me di cuenta de que ya no podía tocar el saxofón porque me dolía la cabeza. Y mis rodillas se caían cuando estaba en el escenario. Todo esto comenzó a suceder en una semana”.

La cirugía posterior y los tratamientos contra el cáncer relacionados provocaron una pérdida auditiva significativa que persistió por el resto de sus días. 

Una condición a la que, no obstante, se mantuvo optimista. Wayne pasó su jubilación disfrutando de la pesca con mosca y pasando tiempo con su familia:

“Lo que más me gusta ahora es cuidar mi jardín. Apago mis audífonos, estoy sordo como el picaporte de una puerta, desconecto todo, es realmente alegre, declaró a Deseret.

Aunque ya no nos acompaña en esta vida, el legado de Wayne Osmond perdura no solo en sus éxitos musicales, sino también en su inquebrantable devoción a Jesucristo.

Fuente: Clarín

Comentarios
Mis condolencias a su amada familia y membrecia de se area
Henry Diaz

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