María Victoria Rivera Bustamante falleció a los 103 años de edad a causa de una enfermad terminal; este hecho a generando una gran pena entre los ciudadanos de Cerro de Pasco, Perú, por ser una de las mujeres más ejemplares debido a lo trabajadora, sobresaliente atleta y miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones).
“La abuelita maracuyá”
María Rivera era conocida como “la abuelita maracuyá” porque se dedicaba a recorrer las calles más transcurridas de la ciudad, desde muy temprano, vendiendo jugo de maracuyá. Fue entonces que adoptó ese sobrenombre con mucho cariño.
Una madre amorosa
Todos los esfuerzos de María eran dedicados incansablemente para mantener y sacar adelante a su único hijo, Juan Millán Rivera, quien falleció en octubre del 2013. Este lamentable hecho la dejó sola, pues era una familia de dos integrantes. Más adelante, María fue a vivir con algunos familiares hasta sus últimos días.
Una destacada deportista
La abuelita ha participado por más de 30 años de la maratón más alta del mundo “Meseta del bombón” en Cerro de Pasco a 4380 metros sobre el nivel del mar. En el 2015, destacó entre todos los competidores por mostrarse como una persona que gozara de buena salud y mucho entusiasmoa pesar de su avanzada edad.
Esto llamó la atención de la prensa. En una de las entrevistas que le realizaron, ella dijo que se alimentaba de “todo tipo de verduras, huevo sancochado, menos carne y menos pollo” e iniciaba el día con un baño de agua fría sin importar la baja temperatura del clima.
Una significativa despedida
El Gobierno Regional de Pasco recibió en sus recintos al féretro de María y después fue trasladado al edifico de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para ser velado durante la mañana. Por la tarde, sus restos llegaron a la Municipalidad de Pasco y después se dirigió por algunas calles principales hasta llegar al cementerio general de Cerro de Pasco y fue sepultada.
Durante todos esos trayectos, decenas de personas se despidieron de esta ejemplar mujer que tuvo una larga vida de pruebas y desafíos que afrontó con fe y buen ánimo, destacando como una hija de Dios, noble, valiente y una deportista que jamás será olvidada.
Fuente: Sala de Prensa en Perú