El pasado viernes 9 de abril, un terrible hecho ocurrió en las instalaciones de un centro de reunión (capilla) de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Argentina mientras se encontraba en renovación.
Según algunos diarios locales: “Allí mismo, en donde hace unos días un joven se desmayó manejando y estrelló el auto contra el cerco perimetral, derribando parte del enrejado. En ese lugar pero en la parte trasera, le robaron al cuidador de unas refacciones que se están haciendo algunas ampliaciones.”
Esta capilla donde congregan los Santos de los Últimos Días se encuentra ubicada a un costado de la avenida Eva Perón y Caritas Argentina, entre los barrios 295 Viviendas y Tiro Federal en la zona de Trelew.
A la víctima lo sorprendieron mientras se encontraba dentro de una casilla rodante que usan para descansar o protegerse del frío por las noches. Los malhechores lo golpearon y lograron que les dijera dónde tenía guardado el sueldo que había cobrado el día anterior, se lo sacaron de la mochila y lo ataron de pies y manos antes de huir de la capilla.
Cabe resaltar que el cuidador es parte de la empresa externa que realiza los trabajos de construcción en dicha capilla. Por lo general, los centros de reuniones de la Iglesia de Jesucristo mantienen un sistema de seguridad distinto, por lo que no cuentan con personal de seguridad en sus capillas.
Según la policía, el cuidador tiene unos 30 años y los golpes que recibió han sido tan fuertes, especialmente en la cabeza, que ha necesitado asistencia médica.
“¿Cómo ingresaron al lugar? Saltando aparentemente por un sector del enrejado perimetral. Quizás por el mismo sitio en donde una parte de las rejas fue derribada por el coche del accidente que hubo ahí el miércoles pasado: el del muchacho epiléptico que le había sacado el auto a sus padres”, reporta la prensa argentina.
Se ha hecho saber que los asaltantes fueron dos sujetos con los rostros cubiertos, de un metro setenta aproximadamente de estatura y armados con cuchillos. La policía dice también que fue “una batida” y que es muy factible que los ladrones sean conocidos de la víctima.
En Más Fe, condenamos estos actos delictivos y nos unimos a las oraciones por este joven cuidador y su familia.
