Durante la última Conferencia General celebrada en abril de este año se anunció que la presidencia general de la Sociedad de Socorro sería relevada a finales de julio.
Faltando pocas semanas para que una nueva presidencia lidere la organización más grandes de mujeres en todo el mundo, la hermana Reyna I. Aburto, segunda consejera de dicha presidencia compartió un emotivo mensaje de despedida.
Hermana Reyna I. Aburto. Imagen: La Iglesia de Jesucristo.
Nuestra querida hermana Aburto declaró:
“Me quedan solamente unas semanas en mi llamamiento en la Presidencia General de la Sociedad de Socorro. ¡Me ha encantado conectarme con ustedes en las redes sociales durante estos últimos cinco años! Gracias por sus comentarios y su apoyo. Al concluir mi servicio, me he preguntado: “¿Qué quisiera que los miembros de la Iglesia recordaran de mí?”.
Espero que recuerden que sé que tenemos a un Salvador y Redentor. Él tiene todo el poder, todo el deseo y todo el amor para ayudarnos cada vez que acudimos a Él. Él lo ha sufrido todo y nos comprende. Además, siempre tiene el deseo de escucharnos y de ayudarnos en nuestras batallas.
Sé que, gracias al sacrificio expiatorio de Jesucristo, podemos recibir Su fortaleza y Su poder. Él puede sanarnos. Lo ha hecho conmigo y lo he visto hacerlo en la vida de muchas personas a mi alrededor.
Es por eso que necesitamos testificar de Él. Necesitamos ir y hablar a la gente de Él. Necesitamos decir: “¡Ven a Él y siente Su amor y Su sanación!”. Yo continuaré invitando a los demás a venir a Cristo y espero que ustedes también lo hagan.”
Estoy segura que la hermana Aburto será recordada como la líder mundial que a través de su auténtica forma de ser nos enseñó cómo acercarnos a Cristo a pesar de las dificultades.
En Más Fe, tuvimos la oportunidad de conocer un poco más a la hermana Aburto a través de esta entrevista:
