Un devastador incendio ocurrido en el complejo residencial Wang Fuk Court, en Tai Po, Hong Kong, dejó al menos 128 personas fallecidas y cientos de residentes afectados.
Las autoridades confirmaron también más de 200 desaparecidos, en lo que se considera el peor incendio registrado en la ciudad en casi ocho décadas.
Una emergencia que impacta a toda la ciudad
El fuego se inició el miércoles 26 de noviembre del 2025 por la tarde y se extendió rápidamente por siete edificios de 32 pisos que estaban cubiertos con andamios de bambú y mallas de renovación.
Los equipos de rescate trabajaron durante horas entre altas temperaturas y estructuras inestables. Decenas de familias siguen esperando noticias de seres queridos, mientras los bomberos continúan enfriando zonas críticas para permitir el ingreso de la policía.
Las autoridades informaron que las alarmas contra incendios no estaban funcionando correctamente, lo cual ha generado preocupación y ha motivado nuevas investigaciones.
Investigación en curso y comunidades movilizadas
La Comisión Independiente contra la Corrupción detuvo a ocho personas, entre ellas consultores de ingeniería y contratistas relacionados con la remodelación del complejo. Otros tres hombres habían sido arrestados previamente por presunta negligencia grave.
Las pesquisas buscan determinar si materiales inflamables o prácticas inseguras contribuyeron a la tragedia.
Mientras continúan las labores oficiales, cientos de voluntarios se han organizado para ofrecer comida, agua, ropa y apoyo emocional a quienes perdieron sus hogares. Hong Kong alberga a miles de trabajadores migrantes, y varias nacionalidades figuran entre los fallecidos y desaparecidos.
En medio del dolor colectivo, muchos residentes hablan del impacto emocional. Para una ciudad tan unida y densa:
“Cuando sufre uno, sentimos que sufrimos todos”, comentó una joven universitaria local.
La Iglesia comparte un mensaje de consuelo
La Presidencia de Área Asia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días expresó su cercanía a las víctimas a través de un comunicado público.
En el mensaje, la Iglesia se une al duelo del pueblo de Hong Kong.
“La Iglesia se une al luto del pueblo de Hong Kong”
Y expresa sincero apoyo a quienes han perdido seres queridos o se han visto afectados por el desastre.
“Oramos por quienes siguen desaparecidos y por sus familias”,
Señala la declaración, que también agradece a los equipos de emergencia por su labor incansable.
El anuncio reafirma el compromiso de la Iglesia de trabajar junto a las autoridades y organizaciones locales para brindar ayuda donde sea necesaria.
En un momento tan difícil, la Presidencia de Área invita a que todos encuentren “consuelo, fortaleza y esperanza a través del cuidado y la bondad de quienes los rodean”.
Un llamado a la solidaridad y la esperanza
La Presidencia de Área afirmó que la Iglesia está dispuesta a colaborar con autoridades y organizaciones locales conforme se identifiquen necesidades específicas de ayuda.
El mensaje invita a la población a encontrar fuerza en la compasión de quienes los rodean y recuerda que la esperanza nace cuando cuidamos unos de otros, especialmente en momentos de incertidumbre.
En un contexto tan doloroso, el comunicado concluye con un recordatorio sencillo y profundo:
La luz del Salvador sigue siendo una fuente real de consuelo.
Aun cuando la vida da giros inesperados. Desde la fe y la unidad, la Iglesia reafirma su deseo de tender la mano a una comunidad que hoy atraviesa una de sus pruebas más difíciles.
Fuente: CNN News
