La Primera Dama de la República Dominicana, Raquel Arbaje, recibió a representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en una visita que marcó un nuevo paso en los esfuerzos conjuntos por el bienestar infantil. Fue un encuentro sencillo pero lleno de propósito, donde se habló de servicio, esperanza y cooperación.

Participaron el élder Ahmad S. Corbitt, autoridad general y segundo consejero de la presidencia del Área Caribe; Wagner Paniagua, gerente de Bienestar y Autosuficiencia; la doctora Melba Jones Luciano, directora del Hospital Infantil Robert Reid Cabral; y Vladimir Villar, del equipo de Comunicación del Área.

Despacho de la Primera Dama de la República Dominicana. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Durante la reunión, se destacó la reciente donación de equipos médicos al Hospital Infantil Robert Reid Cabral, un aporte que la doctora Jones describió como “histórico” por ser el primero de su tipo en el país. 

Gracias a esta ayuda, diez unidades de cuidados intensivos pediátricos fueron completamente equipadas, fortaleciendo la atención a los niños más vulnerables.

El élder Corbitt expresó su gratitud por la apertura del gobierno y resaltó que el servicio a los demás refleja el amor del Salvador en acción

Cada proyecto, cada esfuerzo compartido, es una oportunidad para seguir el ejemplo de Jesucristo al cuidar de los más pequeños.

“De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” – Mateo 25:40.

Inspirados por mensajes que elevan

Despacho de la Primera Dama de la República Dominicana. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La Primera Dama compartió que, desde joven, los mensajes y anuncios de la Iglesia siempre le transmitieron esperanza. 

“Siempre admiré la forma en que la Iglesia transmite mensajes que elevan el espíritu y promueven el bien común”.

Sus palabras reflejan algo que trasciende las instituciones: el poder de los buenos ejemplos. Cuando se trabaja con un mismo propósito, el de servir, sanar y elevar, el impacto se multiplica.

La visita concluyó con un intercambio de obsequios y palabras de aprecio. Pero más allá de los gestos simbólicos, quedó claro el deseo de seguir construyendo puentes de colaboración por la niñez dominicana.

Los proyectos que nacen del servicio genuino no solo cambian comunidades, también fortalecen la fe en que el bien sigue creciendo en el mundo.

En palabras del élder Corbitt:

«El Señor está al frente de cada obra que busca bendecir a Sus hijos.»

Cuando actuamos con ese espíritu, ningún esfuerzo es pequeño.

Fuente: noticias.laiglesiadejesucristo.org 

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