“Hemos recibido de Dios la responsabilidad especial de cuidar de Sus creaciones. Y cada uno de nosotros, de forma individual y colectiva, tiene algo que hacer” — Obispo Gérald Caussé

En un mundo donde cada gota cuenta, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está escribiendo una historia inspiradora de cuidado y responsabilidad. En la región Intermontañosa del oeste de Estados Unidos —un territorio donde el agua se ha convertido en un recurso cada vez más escaso— la Iglesia está implementando soluciones innovadoras para conservar más de 500 millones de galones (equivalente a casi 1,9 mil millones de litros) de agua al año.

Ese número es difícil de imaginar, pero equivale a llenar más de 750 piscinas olímpicas alineadas una tras otra.

Tecnología que cuida la creación

Sostenibilidad
En Arizona, las plantas acuáticas se utilizan en el paisajismo en los centros de reuniones (capillas). Los administradores de paisajes monitorean los controladores inteligentes en sus dispositivos móviles.

La clave de este ahorro monumental está en la instalación de más de 3,000 controladores inteligentes en capillas y edificios de la Iglesia. Estos dispositivos no riegan siguiendo un horario fijo, sino que analizan la humedad, el clima y el tipo de suelo para dar a las plantas justo el agua que necesitan, cuando la necesitan.

Puede que parezca extraño ver que riegan en horarios poco comunes o incluso bajo la lluvia, pero todo responde a un cálculo preciso para maximizar la absorción y reducir el desperdicio.

Paisajes sabios y césped funcional

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Un centro de reuniones (capilla) en Castle Dale, Utah, antes y después de un cambio a un paisaje acuático.

Desde principios de los 2000, la Iglesia ha apostado por paisajismo consciente del clima, reduciendo áreas de césped meramente decorativo y priorizando espacios funcionales para actividades. En lugares como el condado de Washington (Utah) y el sur de Nevada, la eliminación del césped no funcional es casi total.

Además, se está reemplazando el césped tradicional por mezclas más resistentes a la sequía, manteniendo la utilidad de las áreas verdes, pero disminuyendo significativamente el consumo de agua y los costos de mantenimiento.

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Un centro de reuniones (capilla) en Clearfield, Utah, antes y después de un cambio a un paisaje acuático.

Un llamado a todos

La conservación del agua no es tarea exclusiva de instituciones; cada persona puede marcar la diferencia. La Iglesia invita a sus miembros y vecinos a:

  • Reportar fugas, aspersores rotos o sistemas defectuosos a líderes locales.
  • Ajustar sus propios sistemas de riego para que sean más eficientes.
  • Aprender sobre paisajes “water-wise” que embellecen y, al mismo tiempo, cuidan el planeta.

Como recuerda la declaración oficial de la Iglesia sobre “La importancia de la conservación del agua” (junio de 2022), esta es una labor colectiva para proteger un recurso esencial que Dios nos confió.

Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org

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