Un préstamo. Un nuevo comienzo. Una vida restaurada.

Gracias a una donación reciente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, decenas de inmigrantes y refugiados en Canadá están recuperando algo más que sus títulos: están recuperando su propósito.

Volver a empezar… sin volver a cero

Leeja, una enfermera con 15 años de experiencia en la India, llegó a Canadá con las manos llenas de sueños, pero sin la oportunidad de ejercer su vocación.
Hoy, gracias al apoyo de Windmill Microlending y al respaldo de la Iglesia, Leeja es una orgullosa enfermera registrada en Calgary.

Como ella, al menos 60 personas recibirán una segunda oportunidad para revalidar sus estudios, trabajar en su campo y comenzar de nuevo… pero con esperanza.

Más que dinero: fe en su futuro

Con 300,000 dólares canadienses donados por la Iglesia, Windmill ofrece microcréditos a quienes han sido capacitados como dentistas, médicos, abogados, ingenieros y más, pero que, al migrar, se vieron obligados a aceptar trabajos de supervivencia.

“Estos préstamos no solo ofrecen una oportunidad monetaria. Les devuelven la dignidad y la capacidad de compartir sus talentos con todos nosotros”, enseñó el élder James E. Evanson.

Windmill no solo les presta, sino que les devuelve el impulso para prosperar. La mayoría triplica sus ingresos en pocos años y sale de la pobreza.

La visión de una mujer que cambió miles de vidas

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El equipo de Windmill Microlending (WM) en una reunión en Toronto, 2024. WM empodera a los inmigrantes y refugiados calificados para lograr el éxito profesional y la prosperidad económica al proporcionar microcréditos que ayudan a los recién llegados a obtener la licencia o capacitación canadiense necesaria para trabajar.

Esta iniciativa nació gracias al corazón compasivo de la Dra. Maria Eriksen, quien al ver a conserjes que eran médicos, enfermeros y abogados en sus países de origen, decidió actuar.

Hoy, más de 14,000 inmigrantes han sido beneficiados desde que Windmill abrió sus puertas. Y gracias a su modelo sostenible (con un 95% de tasa de reembolso), la ayuda sigue multiplicándose.

Nombres y rostros que inspiran

  • Yasemin, refugiada turca, estudia derecho en la Universidad de Toronto mientras se prepara para el examen de abogacía.
  • Teleola, originaria de Nigeria, trabaja para convertirse en farmacéutica licenciada.
  • Omar, de Jordania, busca ejercer como abogado en Manitoba.
  • Sarah, de Filipinas, avanza hacia su licencia como farmacéutica en Alberta.

Una fe que construye puentes

Este tipo de ayuda no solo impulsa carreras, también refleja el amor cristiano en acción.

“Salgamos de nuestros lugares seguros y compartamos con ellos… la esperanza de un futuro más brillante”, enseñó el élder Patrick Kearon.

Esta colaboración es exactamente eso: esperanza convertida en oportunidades.

Luz para los recién llegados

En un mundo donde emigrar muchas veces significa empezar de cero, esta donación de la Iglesia demuestra que la fe en Jesucristo también se expresa en cómo ayudamos a los demás a levantarse.

¿Te ha inspirado esta historia?
Compártela con alguien que haya tenido que comenzar de nuevo. Recordémosles que con apoyo, fe y esfuerzo… los sueños también pueden migrar y florecer.

Fuente: news-ca.churchofjesuschrist.org

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