La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha realizado una significativa donación de equipos médicos a la República Dominicana, con el objetivo de mejorar la salud de los recién nacidos y reducir la mortalidad infantil en el país.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha realizado una significativa donación de equipos médicos a la República Dominicana.
La entrega, que tuvo lugar en el Ministerio de Salud Pública, incluyó 200 cunas de acero inoxidable para neonatos y 150 incubadoras estándar.
En la ceremonia de clausura del proyecto estuvieron presentes importantes figuras del Ministerio de Salud Pública, entre ellos el ministro Víctor Atallah, el viceministro de Salud Colectiva Dr. Eladio Pérez, y el director de gabinete de Salud Pública, Misael Díaz.
Esta donación ayudará a mejorar la atención y cuidado de los recién nacidos en los hospitales y centros de salud de la República Dominicana.
Representando a la Iglesia, asistieron el élder Orlando A. Castaños, gerente del departamento de Bienestar de la Iglesia; Josue Vanderhorst, gerente de Ayuda Humanitaria para el área del Caribe; el presidente de la estaca Santo Domingo Central, Wagner Paniagua; el director del departamento de Comunicación, Luis Navarro, y el comisionado de salud Dr. Roberto Flete.
Esta es la segunda donación de este tipo que realiza la Iglesia. La primera tuvo lugar el 11 de febrero de 2022, cuando el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, entregó 250 cunas neonatales valoradas en 205 mil dólares a la vicepresidencia de la República Dominicana, que en ese momento coordinaba los esfuerzos de salud del país.
Esta donación ayudará a mejorar la atención y cuidado de los recién nacidos en los hospitales y centros de salud de la República Dominicana.
El ministro Víctor Atallah agradeció a la Iglesia por su generosa contribución y subrayó la importancia de la colaboración para combatir la mortalidad infantil. Por su parte, la Iglesia reafirmó su compromiso de apoyar iniciativas que beneficien a la población más necesitada. En palabras del élder Orlando A. Castaños:
“Jesús no solo enseñó por el precepto, sino también mediante el ejemplo… Extendió la mano para que otros se elevaran… Cada uno de nosotros debe responder ‘Con la mano y con el corazón’”.
Las autoridades gubernamentales presentes expresaron su satisfacción por el impacto positivo que tendrá esta contribución en la vida de los niños del país. La calidad de la atención a los neonatos aumentará significativamente, ayudando a mitigar la mortalidad infantil. Como afirmó la Iglesia, “Cuando ayudas a un niño, bendices el futuro de la nación”.
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