“Creemos en el poder de la educación y en el valor de cada estudiante como hijo de Dios” —Élder Ryan K. Olsen
Durante el mes de julio de 2025, miles de estudiantes en Centroamérica recibieron más que pupitres y pizarras: recibieron esperanza.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó mobiliario y materiales escolares a 425 escuelas en Panamá y Guatemala, beneficiando a más de 18,000 niños y jóvenes en edad escolar.

Las entregas se realizaron en escuelas de Darién (Panamá), Retalhuleu y Escuintla (Guatemala), en coordinación con los respectivos Ministerios de Educación. Estas donaciones incluyeron escritorios para estudiantes y maestros, pizarras, mesas de preescolar, sillas y otros artículos fundamentales para crear un ambiente de aprendizaje más digno, seguro y motivador.
Una causa que une corazones
Los eventos de entrega reunieron a voluntarios, líderes de la Iglesia, docentes, autoridades locales y estudiantes, todos unidos por una misma causa: el bienestar de las futuras generaciones.

El élder Ryan K. Olsen, de la Presidencia del Área Centroamérica, participó en la ceremonia en Panamá y compartió un mensaje conmovedor:
“Hacemos esto porque creemos en el poder de la educación, en el valor de cada estudiante como hijo de Dios y en el deber que todos tenemos de servir a los demás”.
Por su parte, Rony Estuardo Estrada, presidente de la Estaca San Felipe Guatemala, expresó:
“Reconocemos y valoramos profundamente el trabajo del sistema de educación pública en Guatemala, así como los esfuerzos diarios de sus maestros, directores y autoridades. Nos sentimos honrados de colaborar en la noble tarea de educar a las futuras generaciones”.
Un gesto que siembra futuro

La directora departamental de Educación en Retalhuleu, Mara Judith Landaverde, agradeció emocionada:
“Su apoyo demuestra su compromiso con el bienestar de la comunidad, y nos llena de esperanza saber que contamos con su solidaridad”.
Estas donaciones son parte de los continuos esfuerzos humanitarios de La Iglesia de Jesucristo en todo el mundo. Cada pupitre, cada pizarra, representa una oportunidad para que un niño aprenda, sueñe y crezca con dignidad.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org



