El 29 de agosto de 2024, el pueblo de Nueva Zelanda y la comunidad maorí se vieron conmovidos por la triste noticia del fallecimiento de Kīngi Tūheitia Pōtatau Te Wherowhero VII, el respetado rey maorí.
A sus 69 años, el rey falleció después de someterse a una cirugía de corazón, apenas unos días después de celebrar el 18.º aniversario de su coronación.
La presidencia del Área del Pacífico de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días compartió un conmovedor mensaje en honor a Kīngi Tūheitia. Los Élderes Peter F. Meurs, Taniela B. Wakolo y Jeremy R. Jaggi expresaron su sincero aroha (amor en maorí) y gran respeto por el rey en este momento difícil.
En su comunicado, reconocieron los años de dedicación y servicio de Kīngi Tūheitia, destacando su labor en el fortalecimiento de comunidades y familias.
“Estamos agradecidos por el espíritu amable y el gran amor que Kīngi Tūheitia mostró hacia su pueblo”, expresaron los líderes.
La relación entre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el Kīngitanga, el movimiento real maorí, ha sido especial a lo largo de los años. El primer templo de la Iglesia en el Pacífico Sur, dedicado en 1958, es el Templo de View, Hamilton, dentro de los límites tribales de Waikato-Tainui, la tierra ancestral del rey. La Presidencia del Área reafirmó su deseo de mantener y fortalecer esta relación en el futuro.
Durante las celebraciones de Koroneihana, que marcan el aniversario de la coronación del rey, los líderes de la Iglesia estuvieron presentes y pudieron sentir de cerca el mana (presencia espiritual) del rey. Agradecieron al Rey Tūheitia por su cálida bienvenida y por el ejemplo de bondad y fe que ofreció a su pueblo, destacando su profunda fe en Jesucristo y su influencia positiva en la comunidad.
En su declaración final, la presidencia del Área compartió un proverbio maorí que refleja el valor de las personas:
“He aha te mea nui o te ao? He tangata. He tangata. He tangata”, que significa, “¿Qué es lo más importante en el mundo? Son las personas, son las personas, son las personas”.
Con la partida del Rey Kīngi Tūheitia, su hija, Ngā Wai Hono I Te Pō, de 27 años, será quien asumirá el liderazgo como la próxima monarca. La Iglesia envía sus pensamientos y oraciones a la familia Kāhui Ariki, deseando que las bendiciones de Jesucristo los acompañen en este momento de transición.
Fuente: Church News