El pasado 26 de agosto, en una significativa ceremonia realizada en el centro de conferencias de Limatambo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó una donación de USD 880,000 a la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA Perú).
Este generoso aporte beneficiará a 20,000 migrantes en tránsito, resaltando el poder de la cooperación entre dos organizaciones religiosas que, al unir fuerzas, marcan una diferencia tangible en las comunidades.
Un apoyo vital para migrantes en situación de vulnerabilidad
El propósito principal de esta donación es atender las necesidades urgentes de los migrantes y promover su integración en las comunidades que los reciben. Con este aporte, se distribuirán kits de higiene, se ofrecerá acceso a agua potable y se brindará atención médica.
Además, el proyecto incluye iniciativas para facilitar la adaptación de los migrantes, como educación financiera, formación profesional y apoyo para que puedan iniciar pequeños negocios.
La colaboración entre La Iglesia de Jesucristo y ADRA Perú busca no solo aliviar la situación actual de los migrantes, sino también empoderarlos a largo plazo para que logren una integración sostenible. A través de campañas educativas y actividades de sensibilización, se pretende generar conciencia en las comunidades receptoras, fomentando un ambiente de solidaridad y apoyo mutuo.
Un evento de colaboración interreligiosa
La ceremonia de entrega contó con la presencia de distinguidos líderes religiosos y representantes gubernamentales. Entre ellos, el élder David A. Bednar, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, y Plinio Vergara, director de ADRA Perú.
Además, participaron figuras clave del gobierno, como Julio Demartini, ministro de Desarrollo e Inclusión Social, y Juan Alcántara, viceministro de Justicia, quienes destacaron la importancia de esta colaboración interconfesional para enfrentar los desafíos que la migración presenta en la región.
Enfrentando la crisis de migración en América
El panorama migratorio en América continúa siendo desafiante. Factores como la violencia, la inseguridad y las violaciones de derechos humanos han impulsado el desplazamiento de millones de personas, siendo Venezuela uno de los focos más críticos de esta crisis.
Según cifras de la ONU, más de 7.1 millones de venezolanos viven fuera de su país, y cerca de 6 millones se encuentran en América Latina. Las necesidades son vastas y urgentes, desde alimentos y agua potable hasta atención médica y refugio.
En respuesta a esta crisis, la Iglesia de Jesucristo ha intensificado sus esfuerzos humanitarios a nivel global, con proyectos en 190 países y territorios. Su doctrina de servicio al prójimo, basada en las enseñanzas de Jesucristo, inspira estas iniciativas de apoyo, que buscan llevar alivio y esperanza a quienes más lo necesitan.
Para conocer más sobre esta donación y otras ayudas humanitarias de la Iglesia, visita noticias.laiglesiadejesucristo.org