Latter-day Saint Charities, la organización humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, reafirmó una vez más su compromiso de servir a los hijos de Dios en todo el mundo.

Durante la crisis sanitaria por el COVID-19, la institución donó 20 millones de dólares a UNICEF, convirtiéndose en el mayor donante privado de la campaña global de vacunación.

Un esfuerzo que trasciende fronteras

Vacunas COVID-19 UNICEF
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El aporte de la Iglesia se destinó al programa COVAX, una iniciativa que buscaba distribuir vacunas de manera equitativa en casi 200 países, especialmente en aquellos con menos recursos.

Gracias a esta contribución, millones de personas recibieron una dosis de esperanza, no solo a través de una vacuna, sino también de la posibilidad de recuperar la salud, la estabilidad y la confianza en el futuro.

La donación también fortaleció la distribución y conservación de las vacunas, la capacitación de trabajadores de salud, y la lucha contra la desinformación. Todo esto permitió que más familias tuvieran acceso a información confiable y atención segura, en un momento donde la fe y la ciencia se unieron para salvar vidas.

Fe en acción

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El obispo presidente Gérald Caussé expresó que este apoyo refleja el deseo de la Iglesia de ayudar a restaurar los servicios esenciales de salud, educación y nutrición, especialmente para los niños más vulnerables.

En sus palabras, se resume un principio eterno del Evangelio:

“Cuando servimos a los demás, servimos a Dios”.

La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, destacó que este fue el mayor donativo privado recibido hasta entonces por la organización para la distribución de vacunas, un recordatorio de que la colaboración y la generosidad pueden cambiar el rumbo de las crisis.

Un compromiso que no se detiene

La Iglesia de Jesucristo dona casi $1 millón a UNICEF
La Iglesia de Jesucristo dona casi $1 millón a UNICEF. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

La relación entre la Iglesia y UNICEF comenzó en 2013 y ha crecido con el tiempo, impulsando proyectos de vacunación, educación, agua potable y respuesta ante emergencias.

Cada uno de estos esfuerzos refleja el propósito central de las donaciones de La Iglesia de Jesucristo el cual es seguir el ejemplo de Jesucristo al aliviar el sufrimiento y fortalecer a las familias en cualquier parte del mundo.

En un momento donde muchos buscaban esperanza, esta acción demostró que la fe puede expresarse también en hechos concretos, y que el amor cristiano no conoce fronteras.

Fuente: Moroni Channel 

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