En el corazón de Buenos Aires, mientras resonaban las plegarias por la patria, un mensaje claro y esperanzador se alzó entre los muros históricos de la Catedral Metropolitana: la fe puede unir y sanar. En el marco del Tedeum por el 25 de mayo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirmó su compromiso con el bienestar espiritual y social del pueblo argentino.

El élder Joaquín E. Costa, presidente del Área Sudamérica Sur de la Iglesia, fue uno de los líderes religiosos presentes en esta significativa ceremonia patriótica. Acompañando al presidente de la Nación, Javier Milei, autoridades del gabinete y representantes de diversas confesiones religiosas, el élder Costa expresó la disposición constante de la Iglesia a colaborar con toda acción que beneficie a la comunidad.

“Expresamos nuestro agradecimiento a las autoridades del gobierno por invitar a la Iglesia a un evento tan especial. Reconocemos que estamos para ayudar a cualquier gobierno en cualquier situación. Queremos ser un beneficio para la comunidad y expresar el amor del Salvador en obras para todos”, declaró élder Costa destacando que la misión de la Iglesia no es política, sino profundamente espiritual y orientada al servicio.

Un llamado a ponerse de pie

Durante la ceremonia, el arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva compartió una homilía profundamente inspiradora, basada en el Evangelio de Marcos. Habló del poder restaurador de Jesucristo, recordando cómo Él respondió al ruego de un padre por su hija enferma, y cómo hoy esa misma esperanza puede aplicarse a los corazones quebrantados de quienes sufren.

El arzobispo invitó a los presentes a seguir el ejemplo de Cristo: “Levántate”, dijo Jesús a la niña, y ese mismo llamado espiritual fue extendido a toda la Nación. Un llamado a levantarse con humildad, con ternura, con amor al prójimo.

“Jesús nos muestra que la fe auténtica se expresa en el servicio, la ternura y la esperanza”, concluyó.

Una tradición cívica con raíz espiritual

El Tedeum —palabra que proviene del latín Te Deum laudamus, “A ti, Dios, te alabamos”— es una tradición profundamente arraigada en la vida cívica argentina. Celebrado cada 25 de mayo, conmemora el inicio del proceso independentista de 1810. Pero más allá del valor histórico, el Tedeum representa una oportunidad para que autoridades y ciudadanos eleven una plegaria colectiva por el presente y el futuro del país.

En ese espíritu, la participación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirma una convicción clara: que el servicio desinteresado, el amor cristiano y la colaboración interreligiosa pueden ser una fuerza poderosa para el bien común.

Fuente: noticias.laiglesiadejesucristo.org

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