Un grave atentado contra el derecho a la libertad religiosa.
Ese fue uno de los cargos que afrontó Christopher Scott Pritchard, de 48 años, quien admitió haber prendido fuego intencionalmente a un centro de reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en abril de 2021.
El incidente ocurrió en Cape Girardeau, Missouri y, de acuerdo con los reportes judiciales emitidos el último jueves, destruyó por completo el sagrado edificio, obligando a la congregación a reubicarse y alquilar otro ambiente para efectuar su adoración.
La fiscal general adjunta Kristen Clarke, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, explicó la gravedad del atentado, resaltando que las instalaciones de la capilla muchas veces fueron centro de acopio para causas humanitarias:
“Antes de este trágico incendio, la Iglesia abría sus puertas a todos, ayudaba a alimentar a los hambrientos y apoyaba a los necesitados. Los ataques a los lugares de culto socavan el derecho fundamental a practicar la propia religión sin temor ni violencia”.
Pena de hasta 20 años
El hombre también deberá pagar una fuerte multa por el atentado. Imagen: Southeast Missourian
Por su parte, el subdirector de la División de Investigación Criminal del FBI, Chad Yarbrough, también condenó el comportamiento del acusado, lamentando que los delitos en contra de la fe sigan en aumento:
“Nadie debería vivir con miedo a causa de sus creencias religiosas. El FBI perseguirá enérgicamente a cualquiera que intente infringir la capacidad de los feligreses de ejercer su derecho constitucional a la libertad religiosa”.
Está previsto que Pritchard sea sentenciado el 18 de febrero de 2025, con la posibilidad de enfrentar hasta 20 años de prisión y una pena mínima obligatoria de cinco años.
Paralelamente, tendrá que responder a una multa de hasta 250,000 dólares por cada cargo, aunque —incluso— un juez de un tribunal federal de distrito podría imponer un castigo mayor si lo considera necesario.
“Estamos agradecidos de que nadie haya resultado herido físicamente cuando la Iglesia fue destruida por un incendio provocado”, expresó el agente especial interino a cargo Greg Heeb de la Oficina de Campo del FBI en St. Louis.
Hasta la fecha, no hay un pronunciamiento oficial de la Iglesia de Jesucristo sobre la declaración del acusado ni del proceso en curso.
Fuente: Breitbart
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