Aunque la Biblia es “el libro más traducido del mundo”, solo se encuentra disponible en 724 de los 7,388 idiomas del planeta según Wycliffe Global Alliance.
Es decir, solo el 20% de la población mundial tiene acceso al registro sagrado completo en su propia lengua.
Por esta razón, Joel Mathew y Ulf Hermjakob, dos investigadores de University of Southern California, buscan utilizar la Inteligencia Artificial (IA) para traducir el texto a más idiomas según Religion News Service.
“Greek Room”
La herramienta que los investigadores utilizarán para traducir la Biblia a “idiomas raros” se llama “Greek Room”.
Mathew declaró para Religion News Service que la traducción manual es difícil y que toma mucho tiempo debido a las revisiones ortográficas que se deben hacer.
“En el contexto de la traducción a idiomas raros, solo los miembros de la iglesia local están calificados para ello y no tienen la tecnología para respaldar su trabajo”.
Además, Religion News Service informó:
“Esta primera versión de ‘Greek Room’ se enfoca en el control de calidad para que los traductores puedan priorizar otras tareas que requieren más juicio, como encontrar una manera de traducir un concepto que no existe en un idioma determinado”.
Esto significa que las iglesias y comunidades locales pueden participar en el proceso de traducción de la Biblia.
¿Cómo se usará la Inteligencia Artificial para traducir la Biblia?
El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento se escribieron originalmente en hebreo, arameo y griego, con varios manuscritos diferentes en circulación.
Por ello, la traducción de la Biblia es un proceso difícil y disputado. Por un lado, no existe tal cosa como un manuscrito original.
Según Blue Letter Bible, todos los originales se perdieron de alguna manera, tal como los materiales perecederos en los que se registraron. O, tal vez porque se destruyeron después de copiarlos.
Sin embargo, existen varios manuscritos, tanto extensos (es decir, una versión completa) como cortos (es decir, incompletos), que se utilizan en el proceso de traducción.
Estos manuscritos tienen pequeñas variaciones. Por lo tanto, los traductores deciden qué versión de manuscrito utilizar según el texto, el contexto y otros factores.
Los traductores tienen otras consideraciones al abordar el texto, como la confiabilidad y la legibilidad, según The Bible Project.
Al igual que en muchas otras obras literarias, los autores bíblicos a veces usaban lenguaje poético, modismos y otros estilos de escritura que tenían sentido para las personas que conocían su idioma y formaban parte de su cultura. Sin embargo, esos modismos no los entiende necesariamente alguien que habla, por ejemplo, español.
Entonces, cuando los traductores hagan su trabajo, tendrán que encontrar el equilibrio para convertir el texto antiguo en algo que los lectores modernos puedan entender y que capture el texto original.
Cada traductor tiene su propia manera de hacer esto.
Fuente: Deseret News