Todo empezó como una simple foto en Instagram. James the Mormón publicó una foto de sí mismo y su novia, una hermosa chica que llevaba una camisa negra que mostraba sus hombros.
Ahí fue cuando comenzaron los ataques: gente comentando lo decepcionados que estaban de James, la gente preguntando dónde estaban las prendas de la chica, y otros señalando que ella no era “modesta”.
Esto hizo que mi estómago se revolviera. Me sentí enfermo de que la gente redujera a un ser humano simplemente por lo que llevaba puesto, y nada más. Ninguno de estos comentaristas se detuvieron a pensar en quién era esta hija de Dios, cuál podría ser su historia o cualesquiera de las buenas cualidades que ella posee.
Siento que necesito parar aquí y aclarar algo: la modestia es mucho más que lo que una persona lleva puesto. Requiere humildad y una reflexión interior que espero que nos diera la confianza en nosotros mismos para amarnos y amar a los demás, sin hacer juicios rápidos.
James el Mormón tuvo una reacción mucho mejor. En lugar de tomar represalias y continuar las conversaciones mordaces e hirientes, respondió con calma, con sinceridad, y de una manera que demostró lo increíble que es su novia.
Pls seek to understand. Not judge. pic.twitter.com/q4xsZIFqHs
— James The Mormon (@jamesthemormon) 5 de enero de 2017
James respondió:
“Cuando conocí a mi novia a los 22, ella no había asistido a la iglesia desde los 16. Ella ha cometido errores de joven y ha sido ridiculizada y juzgada por eso. Cuando la conocí le hice saber que no me importaba lo que había hecho. Yo la veía como una hija de Dios tal como veo a todas las personas. La invité a la iglesia y le compartí mi testimonio. De acuerdo a ella, comenzó a orar, leer las escrituras e ir a la iglesia otra vez. Ahora se prepara para entrar al templo. No todos están en donde tu estás. No todo el mundo tiene el testimonio que tu tienes. Antes que decidas juzgar, mejor trata de entender.
Espero que algún día la cultura de nuestra iglesia coincida con el nombre de la misma. !Por el amor de Dios es la iglesia de Jesucristo! Cristo veía a las personas por su potencial, no importa donde estemos sino donde tratamos de ir.”
Qué importante mensaje para tener en cuenta. Las mujeres son mucho más qué lo que visten. Cuando nos obsesionamos con lo que otros usan, perdemos el tiempo que podríamos usar amando a otros y perfeccionándonos a nosotros mismos.
Y todo lo que empezamos a ver es ropa y accesorios, no la humanidad, no nuestros hermanos y hermanas. El propósito de la modestia es respetar nuestros cuerpos y centrarnos en lo que es más importante. Como dice LDS.org: “Si somos modestos, no prestamos atención indebida a nosotros mismos”. ¿No podríamos agregar “y a otros” al final de esa frase? Si respetamos nuestros cuerpos de esa manera, ¿no deberíamos dar a los demás la misma cortesía? Así que por favor, dejemos de obsesionarnos, juzgar, criticar y tratemos de practicar un poco más de amor y empatía.