Marisol Stosich, una joven de 16 años con raíces en Idaho y Guatemala, está alcanzando metas que muchos solo sueñan. Con su amor por el fútbol, esta talentosa adolescente ha llegado a representar no solo a su país de origen, sino también a Guatemala, el país de su madre.
Desde temprana edad, Marisol supo que el fútbol era su pasión. Comenzó jugando en Idaho, compitiendo con chicos, porque siempre buscaba un desafío mayor.
Gracias a su dedicación y habilidades, fue invitada a participar en ligas competitivas, como el Programa de Desarrollo Olímpico de los EE. UU. Sin embargo, lo que más destaca en su joven carrera fue la llamada inesperada de la selección de fútbol femenino de Guatemala.
Cuando llegó la invitación para unirse a los equipos nacionales sénior y sub-20 de Guatemala, Marisol no pudo contener su emoción. “Fue un sueño hecho realidad”, recuerda. Pero a pesar de las ofertas de clubes profesionales en Guatemala, decidió no firmar un contrato todavía. “Quiero disfrutar mi adolescencia, ir a la universidad y jugar fútbol allí. Sé que el Señor tiene un plan para mí”, comparte.
Marisol siempre ha mantenido su fe como un pilar fundamental en su vida. Como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha aprendido que el equilibrio entre su vida espiritual y sus metas deportivas es clave.
Antes de cada partido, Marisol siempre dedica un momento a la oración. “Es ahí donde encuentro paz y fortaleza. Siento que el Señor me guía en cada paso que doy”.
Uno de los versículos que siempre la inspira es Éter 12:27, donde se habla de cómo nuestras debilidades pueden convertirse en fortalezas si confiamos en el Señor. Y esta enseñanza fue vital cuando, hace dos años, una lesión en la rodilla la dejó fuera de los campos por un tiempo.
“Fue un reto, pero también una bendición disfrazada. Me enseñó a ser más humilde y a confiar aún más en Dios”.
Ahora, mientras Marisol se prepara para iniciar su etapa universitaria en la Universidad de Utah Valley, donde jugará fútbol, sabe que esta es solo una parte del gran plan que el Padre Celestial tiene para ella. Con su pasión por el deporte y su fe como guía, Marisol Stosich está lista para seguir brillando, tanto dentro como fuera del campo.
Fuente: Church News