La falta de alimentos básicos es uno de los efectos más lamentables durante el conflicto en Ucrania. Frente a esta terrible situación La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días puso en marcha un proyecto de emergencia.
Con ayuda del gobierno en Ucrania, los Santos de los Últimos Días han enviado alimentos a las zonas y comunidades más necesitadas del país.
Para hacer posible estas donaciones de alimentos, los Santos de los Últimos Días enfrentaron grandes desafíos como el abastecimiento, el alto costo del combustible, e incluso el idioma. Daniel García, del departamento de Compras de la Iglesia en el Área Europa, explicó:
“Cada día teníamos problemas para encontrar proveedores con existencias que pudiéramos comprar y que ellos pudieran enviar en un corto margen de tiempo. El alto costo del combustible también constituyó un obstáculo que daba lugar a posibles retrasos en las entregas y un aumento de los costos de transporte”.
Finalmente, la Iglesia de Jesucristo ha logrado donar más de 900 toneladas de alimentos al pueblo ucraniano. Estas y otras ayudas humanitarias son posibles gracias a las donaciones de sus miembros en todo el mundo.
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