La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días comparte el evangelio y las enseñanzas de Jesucristo a nivel global, sin embargo, no solo está comprometida con la vida espiritual de sus miembros.
La Iglesia también procura tener un impacto positivo en comunidades de todo el mundo a través de iniciativas humanitarias, educativas y de servicio.
Desde programas de recuperación de adicciones hasta cursos que ayudan a las personas a iniciar sus propios negocios, la Iglesia está brindando esperanza y ayuda a muchas personas y familias en lugares tan diversos como Mulga Bore en Australia y el centro de Manhattan, junto con decenas de miles de lugares adicionales en todo el mundo.
La fe y la comunidad
Más allá de la ayuda temporal y física, la Iglesia se enfoca en el compañerismo y la adoración como pilares fundamentales. Los miembros y amigos de la Iglesia se reúnen semanalmente para adorar a Dios, orar, cantar himnos y compartir mensajes espirituales. Todos están invitados.
El centro de estas reuniones es la Santa Cena, una ceremonia simbólica que conmemora el sacrificio de Jesucristo y ofrece a los participantes la oportunidad de empezar la semana con una perspectiva renovada y un corazón más ligero.
Para los Santos de los Últimos Días, la oración diaria y el estudio de las Escrituras, incluyendo la Biblia y el Libro de Mormón, son claves en su vida. Estas enseñanzas ofrecen guía, consuelo y esperanza, ayudando a los miembros a enfrentar los desafíos de la vida con fe y confianza en el plan de Dios.
La importancia de la familia
La Iglesia también pone un fuerte énfasis en el fortalecimiento de las familias.
Los lazos familiares son eternos para los Santos de los Últimos Días y aunque no están exentos de dificultades, el esfuerzo por mejorar las relaciones familiares es visto como valioso y esencial.
Los miembros tienen tres espacios sagrados para fortalecer su vida espiritual y familiar: el hogar, la capilla y el templo.
A través de convenios sagrados, los miembros se comprometen a servir a Dios, a Jesucristo y a sus familias de manera significativa y dedicada.
El servicio a los demás
Uno de los aspectos centrales del evangelio restaurado es el servicio a los demás. Como se enseña en el Libro de Mormón, “cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosíah 2:17).
Este principio impulsa a los Santos de los Últimos Días a ayudar a los demás tanto dentro como fuera de sus comunidades.
Cada miembro activo suele tener una responsabilidad (un llamamiento o asignación) en su congregación, ya sea enseñando a los niños, ministrando a otros, o liderando actividades, todos contribuyen de alguna manera al bienestar de su comunidad.
Este espíritu de servicio también se extiende a nivel global a través del esfuerzo de más de 70,000 misioneros que sirven en distintos países.
La Iglesia también es ampliamente conocida por sus proyectos humanitarios. En el último año, ha respaldado proyectos valorados en más de 2 mil millones de dólares australianos a nivel mundial, con 185 millones de dólares australianos provenientes de donaciones de Santos de los Últimos Días australianos.
Estas contribuciones apoyaron proyectos en Bangladesh, Fiji, Indonesia y otros 40 países, financiando proyectos de agua potable, saneamiento e higiene en países como Líbano, Ghana y Papúa Nueva Guinea.
Las “máquinas de donación”
En diciembre de 2017, la Iglesia introdujo las “máquinas de donaciones” como parte de los esfuerzos de la campaña de Navidad “Ilumina el mundo”.
Para noviembre y diciembre de 2023, más de 600,000 personas realizaron donación a través de las máquinas.
Estas máquinas, similares a las expendedoras, permiten que las personas donen a organizaciones benéficas locales como Blaze Aid y la Children’s Hospital Foundation.
La Iglesia cubre el costo de las máquinas para que el 100% de las donaciones vaya directamente a las organizaciones benéficas, asegurando que más personas reciban el apoyo que necesitan.
La autosuficiencia y la educación
Otro pilar de la Iglesia es el enfoque en ayudar a las personas a volverse autosuficientes.
Programas como BYU Pathway Worldwide ofrecen educación en línea a personas de todo el mundo, dándoles las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida.
Esta iniciativa es especialmente útil para aquellos que alguna vez creyeron que no tenían la capacidad o los recursos para progresar en su vida profesional.
Principios de respeto y colaboración
La Iglesia también fomenta el respeto mutuo y la libertad de religión o creencias, participando activamente en organizaciones multiconfesionales y comunitarias en ciudades y pueblos de todo el mundo.
Estas relaciones abren puertas para que los miembros de la Iglesia y sus amigos colaboren en proyectos y logren un mayor impacto en conjunto.
Si bien los Santos de los Últimos Días no son personas perfectas, hay una resiliencia esperanzadora en su fe.
La enseñanza de “el gozo del arrepentimiento diario”, promovida por el presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, le recuerda a los miembros la importancia de levantarse una y otra vez, con nuevas oportunidades para seguir adelante y mejorar.
Al centro de la religión de un Santo de los Últimos Días está Dios como un amoroso Padre Celestial, que tiene un plan para Sus hijos, el cual fue hecho posible gracias a Su Hijo, Jesucristo.
A través de la Expiación, Resurrección y la gracia diaria de Cristo, los miembros son inspirados a avanzar con optimismo y gozo, un día, una decisión y un desafío a la vez.
Fuente: news-pacific.churchofjesuschrist.org